Al León le bastó vencerse a sí mismo para por derrotar al Veracruz.
Uno de los test ‘más complicados’ por las condiciones en las que llegaba, más que por lo que pudo ofrecer el equipo de Veracruz, el León salió adelante y capitalizó la tenencia de la pelota en el primer tiempo y supo finiquitar ante el marco de Gallese su peor momento futbolístico, en los primeros minutos del complemento.
Con el segundo tanto en el marcador, se acabó la insurgencia jarocha que quemó las naves y dejó espacios que aprovecharon los de Bajío. Hasta cierto punto sorprende tantos cambios que hace Ambriz en su segundo once inicial al frente del León, pero también es algo que se pedía: generar competencia.
Cierto, Veracruz ofreció ciertas facilidades, ciertos momentos, ciertos huecos que el León llenó con goles. León manifestó dominio de juego en el primer tiempo, y después fue letal en el segundo tiempo.
Sin lugar a duda los exámenes crecerán en dificultad, el León no tiene margen de error y eso será un hándicap importante a sortear. No son los puntos que están en disputa, sino los que ya no puede perder, el León necesita un paso casi perfecto para calificar.
Hasta el momento, las cuentas lo tienen en vías de pelear por entrar entre el sexto y el octavo lugar de la tabla general, y el miércoles se bate a muerte con Pumas en la Copa Mx.
En esa línea, sin tiempo para trabajar y sin margen para el error, Nacho Ambriz sigue trabajando para tener lo antes posible a punto a un equipo que difícilmente ligaba resultados positivos, León vive con la esperanza.
Con mucho por mejorar, más por demostrar y con un torneo que entra en su recta definitoria, los de Ambriz se mantienen con vida esperando manifestar en los siguientes juegos que la mejoría es real y no sólo un acto reflejo motivado por el cambio de entrenador.
Importante también en este juego que los verdes no permitieron gol, sumaron 76 minutos en la regla del menor, por primera vez en un solo juego; que Boselli haya llegado a 128 goles, y Montes anotara un doblete, y que decir de la anotación de Walter González, que venía de ser suspendido dos juegos en la Copa y de no tener participación en la Liga.
El resultado ante Veracruz es bueno por ganar de visita, pero más por todos esos tópicos en los que el León suma en lo matemático pero también en lo moral. Viene lo bueno: consistencia, extender lo más posible esos buenos resultados.
