En febrero de 2013, Jhon Jairo Velásquez, alias Popeye, el jefe de sicarios del capo colombiano Pablo Escobar lo confirmó: un jefe narco mexicano traicionó y desafió a su patrón, robándole 12 toneladas de cocaína; esto fue un secreto a voces durante más de 2 décadas.

Se trataba del jefe del Cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes mejor conocido como “El Señor de los Cielos” quien con su osadía estuvo a punto de detonar una guerra entre su organización criminal y el Cártel de Medellín por los deseos de venganza de Escobar.

Sin embargo, era justo en ese tiempo en que las autoridades de Estados Unidos y Colombia lo tenían en la mira.
“Podría ser su más grande hazaña, robarle a un personaje de ese calado como Pablo Escobar”, expresó a Infobae, Vicente Sánchez, investigador del Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana.
Los dos capos iniciaron su relación en 1988, cuando los envíos de cocaína de Escobar hacía EEUU estaban en la mira de todos y por ello necesitaba establecer nuevas formas de mover el producto.
El mexicano le ofrecía una ruta para transportar la droga por mar, sin mencionar que también ponía a su disposición la flotilla de aviones que lo hizo famoso.
“Era una ruta que se llamaba La Fanny, por cuestiones de contabilidad (así la nombró el jefe de finanzas del grupo de Medellín, Gustavo Gaviria, primo hermano y socio de Escobar), y era la que mantuvo a flote a Escobar, porque a raíz de la guerra contra el Estado colombiano los americanos empezaron a cogerle los aviones al Patrón (Escobar) en Costa Rica, Nicaragua, Panamá, en todo Centroamérica”, contó Popeye a la revista mexicana Proceso en 2013.
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Carrillo fue el pionero en exigirles a los narcotraficantes colombianos que le pagaran en cocaína, que le dieran acceso al mercado en Chicago, Atlanta, Oklahoma y Seattle.
También fue el único que pudo coordinar embarques de varias toneladas a bordo de jets 272 de pasajeros, acondicionados para transporte de carga. Muchos de sus embarques volaban directamente al aeropuerto de Juárez, donde eran custodiados por la Policía Federal mexicana, señalaron en su momento funcionarios estadounidenses.
Velásquez aseguró que todas las transacciones eran a través suyo, él era quien se movía a México, para checar los envíos y mantener la relación con Amado Carrillo. Cosa que, según expresó, no era fácil porque siempre consideró que los sicarios mexicanos eran más salvajes y sanguinarios que los colombianos.
Quienes han seguido la historia de Carrillo aseguran que fue el primero en establecer alianzas formales con los cárteles colombianos. La relación con Escobar y su gente iba bien hasta que en 1991 se entregaron a la Policía para ingresar a la “Catedral”, una prisión que había sido construida por él.
“Estando nosotros en La Catedral, Amado Carrillo le robó al Patrón como 12.000 kilos de cocaína. Esto lo hizo en alianza con el Cártel de Cali, que estaba en guerra con nosotros. Ahí se terminó la sociedad”, recordó Popeye.
“El Patrón estaba financieramente muy golpeado y quería una guerra contra Carrillo… era complicado; teníamos guerra con el Estado, con los paramilitares y con Calí”, enfrentarse al “Señor de los Cielos” hubiera significado para Escobar abrir un cuarto frente.
Ése fue el inicio de la consolidación del capo mexicano hasta su muerte, en 1997, en una mesa de operaciones durante una cirugía estética.
La hazaña de Carrillo fue más conocida en Tijuana, Baja California, que en Chihuahua, el estado desde donde operaba su cártel.
En febrero de 1997, Jesús Gutiérrez Rebollo, el primer Zar Antidrogas en el país, fue detenido por nexos con Amado Carrillo, lo que para Sánchez es una muestra de los niveles en los que se movía el capo.
Con Escobar y con Carrillo muertos solo queda el testimonio de Popeye, que da fe a la hazaña del “Señor de los Cielos”.
¿Quién era el “Señor de los Cielos”?
En su momento operó el cártel más poderoso del país; le decían “El Señor de los Cielos” por su flota de aviones que utilizaba para el trasiego de cocaína. Sobrino de Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, fundador del cártel de Guadalajara, y socio del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, Amado Carrillo Fuentes, dio un giro al tráfico de drogas.
Carrillo Fuentes al frente del cártel de Juárez tuvo de rivales el cártel del Golfo, de Sinaloa y de Tijuana; no obstante él tenía el poderío en ese entonces; pero el 4 de julio de 1997 –hace 20 años- se anunció su muerte.
De acuerdo con las autoridades, el “Señor de los Cielos” habría fallecido luego de haberse practicado una cirugía estética para cambiar su rostro; la intervención quirúrgica ocurrió en el hospital Santa Mónica, en la Ciudad de México.
En noviembre de ese mismo año, los médicos que intervinieron a Amado Carrillo fueron localizados sin vida y con signos de tortura sobre la carretera México-Acapulco. Se trataba de Jaime Godoy Singth, Carlos Humberto Ávila, originarios de Sinaloa; así como el colombiano Ricardo Reyes Rincón.
Los médicos habían estudiado en la Universidad de Autónoma de Guadalajara y se encargaron de la cirugía del narcotraficante.
Durante nueve años no se reportaron fragmentaciones en los principales cárteles; fue hasta 2006 cuando el mapeo cambió. El gobierno ubicó seis organizaciones, la de Sinaloa, Juárez, Tijuana, Golfo, la Familia Michoacana y el cártel del Milenio.
En el año 2008 surgieron dos nuevos cárteles de una fragmentación. Por una parte del cartel de Sinaloa se separan los hermanos Beltrán Leyva y crean su propia organización.
En el cártel de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix, hay otro rompimiento y Teodoro García Simental “El Teo”, conocido por disolver a sus rivales en sosa cáustica, opera de manera independiente.
UN AÑO DESPUÉS YA SE HABLA DE 10 ORGANIZACIONES
Edgar Valdez Villarreal “La Barbie” deja a los Los Beltrán Leyva; mientras que en cártel del Golfo, su brazo armado llamado Los Zetas se separa.
En 2010 hay nuevos rompimientos y ahora son 11 cárteles. Por una parte el cártel del Milenio se divide y nacen dos grupos La Resistencia y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), actualmente la organización con más poder en el país bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera “El Mencho” y su brazo financiero “Los Cuinis”.
De Edgar Valdés “La Barbie” se separa del cártel de Sinaloa y también surge el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA).
2011 fue el año en el que se registra el brote de más organizaciones con 16. Se trata del cártel de Sinaloa, Pacífico Sur, la Mano Con Ojos, Nueva Administración, Cártel Independiente de Acapulco, el de Juárez, Tijuana, el cártel del Golfo, Los Zetas, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Los Incorregibles, La Empresa, La Resistencia, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Nueva Federación.
Para 2012, los reacomodos siguen y desaparecen cinco organizaciones: La Mano Con Ojos, La Nueva Administración, Los Incorregibles, La Empresa y la Nueva Federación.
El reporte más reciente con el que cuenta la PGR detalla la existencia de 9 cárteles, mismas que operan con 43 células.
Se trata del cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Golfo, Caballeros Templarios, Arellano Félix, La Familia Michoacana, Carrillo Fuentes, Beltrán Leyva y Zetas.
Hoy el cártel de Sinaloa se encuentra fragmentado mientras que el Cartel de Jalisco Nueva Generación tiene más presencia en los estados; por otra parte Los Zetas, la Familia Michoacana, Caballeros Templarios y Los Beltrán Leyva operan bajo células en las entidades.
