En el marco de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, en el templo Expiatorio, el padre Eduardo Contreras Gutiérrez y José de Jesús Salazar Álvarez, celebraron que hace 50 años fueron ordenados sacerdotes por el Obispo de León, Anselmo Zarza Bernal.
La ordenación fue en Catedral en la Festividad del Sagrado Corazón de Jesús, pero en ese entonces fue un 21 de junio del 1968, por ello ayer fue una Misa de Acción de Gracias previa a la celebración que será el día 21.
La festividad fue presidida por Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, quien reconoció el trabajo Pastoral de ambos sacerdotes que también se ordenaron junto al Obispo Auxiliar Emérito Juan Frausto Pallares, quien no estuvo presente.
“El Sagrado Corazón de Jesús no es solamente una devoción, no, no es sólo eso. Es el misterio, es el corazón de nuestra fe, de nuestra existencia cristiana.
“Nuestra existencia cristiana está animada, sostenida, iluminada por el corazón de Jesucristo El Señor”, dijo el Arzobispo en su mensaje.
Añadió que el corazón misericordioso y amoroso ama al padre, al Espíritu Santo, y se hacen una comunión de amor en la llamada Trinidad Santa.
“Eso es lo que estamos celebrando todos los cristianos, sacerdotes, a propósito del aniversario de estos hermanos nuestros que cumplen 50 años de sacerdocio. La vida cristiana y el ministerio son una misma realidad, porque nosotros por sí solos no valemos nada, es la Misericordia de Dios, el Corazón de Jesús que se une a nosotros”.
Cuando nos ordenan sacerdote, subrayó, no es la cabeza, ni los oídos, ni la nariz, sino el corazón el que se nos consagra.
“Se consagra el corazón porque nos identificamos con Cristo Pastor, y debemos tener los mismos frutos de un corazón Misericordioso: fidelidad, fecundidad, y estar como el corazón de Cristo, que demos la vida por las ovejas del padre celestial”, dijo.
Subrayó que la finalidad del sacerdocio es dar la vida por el prójimo.
“Cuando el sacerdocio se cumple con una función, y no como un pastor, somos misionarios”.
El Arzobispo exhortó a los sacerdotes a promover la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, ser fieles a Cristo y leer la biblia.
