Personal de la División de Ciencias de la Vida (Diciva) de la Universidad de Guanajuato (UG) capacitó a mujeres de la congregación Misión de Chichimecas, del municipio de San Luis de la Paz, sobre la producción sustentable de nopal, considerado uno de los recursos vegetales más importantes para las zonas áridas.
Eduardo Salazar Solís, profesor investigador del Departamento de Agronomía y responsable técnico de la capacitación, recibió al grupo de emprendedoras interesadas en aprender la elaboración del abono orgánico para la cosecha de nopal.
Personal del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), desde hace tres años da acompañamiento al grupo de mujeres que encabezan Dulce y Griseld Ramírez, y Alejandra Hernández, quienes con otras habitantes del lugar, aportaron 600 plantas de nopal.
Salazar Solís comentó que en Guanajuato se consumen alrededor de 500 mil toneladas de fertilizante químico, pero lo deseable es incrementar el uso del fertilizante orgánico.
Recomendó ligar la producción de nopal con la cría de borregos o chivas, ya que este tipo de ganado se puede alimentar con recorte de nopal y el estiércol se aprovecharía en la elaboración de composta.
En el centro experimental de agricultura, las capacitadas aprendieron a elaborar la composta con paja, estiércol, una solución de melaza, levadura de pan y agua.
También conocieron que la composta mejora las propiedades físicas del suelo y la actividad biológica del suelo, tiene beneficios ambientales y ayuda a las plantas a aumentar su resistencia a plagas o heladas, con lo que disminuyen los riesgos.
La mayoría de los 6 mil hombres y mujeres que habitan Misión de Chichimecas son jornaleros, se dedican a la siembra y cosecha de quelite, alfalfa, brócoli, nopales y maíz.
