En fraccionamientos de la zona del Campestre que colinda con el Cerro Gordo, ladrones aprovechan las malas condiciones en las que se encuentra el acceso empedrado al templo del Refugio, la nula vigilancia policiaca y que no hay alumbrado público para hacer boquetes y meterse a los residenciales.

Vecinos de estas colonias han aumentado la altura de las bardas, colocado mallas electrificadas, ciclónicas o de púas para protegerse de los delincuentes; no obstante esto no detiene a los ladrones, quienes se las han ingeniado para entrar y delinquir.

“La verdad que ya estamos hartos de la inseguridad que vivimos. Hemos aumentado la altura de las bardas, colocando protección y ahora hacen boquetes porque ya no pueden treparse”, señala Francisco Ledesma, quien es vigilante en Cumbres del Refugio, fraccionamiento colindante con el camino empedrado que lleva a la cima del Cerro Gordo.

Los más afectados son los colonos de Puerta del Bosque, pues el patio o jardín trasero colinda con el citado camino, y en el exterior se puede apreciar los boquetes que los delincuentes han hecho en los muros de ladrillo. Los han tenido que rellenar con concreto porque ya no pueden subir por las bardas.

Ahora el Comité Pro Mejoras del Templo han decidido hacer excavaciones, rellenar con piedra y tapar los boquetes que han hecho los delincuentes.

“Ya estamos hartos de la inseguridad que vivimos. No ha bastado el elevar bardas, colocar sistemas de cámara, mallas con navajas. La delincuencia está a todo lo que da”, dice Teresa Navarro, vecina de la zona.

Se roban el alumbrado del templo

Este martes se informó que delincuentes se robaron cables de cobre y costosas lámparas LED del  templo de Nuestra Señora del Refugio, en Cerro Gordo. Hace apenas unas semanas se estrenó el sistema de iluminación panorámica.

Cabe destacar que el día de la inauguración de la nueva iluminación, vecinos de la zona demandaron  mayor seguridad al alcalde Héctor López Santillana. Se pidió la instalación de alumbrado público en el camino de acceso, pero esto sólo quedó en una promesa.


 

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