Las nuevas tecnologías nos han aportado múltiples ventajas, como la opción de estar informado de lo que ocurre alrededor del mundo con tan solo unos clics. Ya no es necesario tener que esperar a que empiece el noticiario o salga un nuevo periódico impreso, pues podemos echar un vistazo a todo lo que sucede a través de la red. No obstante, no es oro todo lo que reluce, dado que la cantidad de información que circula por internet es cada día más inmensa, y no toda es verídica. Por ello, nos encontramos sumergidos en una epidemia de desinformación, en la cual tenemos numerosas fuentes con rumores sin fundamento.

En ocasiones, las noticias falsas resultan evidentes. Su redactado y la falta de objetividad suelen despertar desconfianza en los usuarios acostumbrados a los artículos profesionales. Aun así, existe un sector de la población que no es capaz de juzgar qué tan profesional o no es una pieza, por lo que tiene más tendencia a creerse aquellas publicaciones que encuentra. También hay páginas de Facebook y cuentas de Twitter que mezclan hechos reales y ficticios, por lo que resulta más complicado discernir entre lo inventado y lo real.

Cuantos más usuarios comparten estos contenidos a través de las redes sociales, mayor cobertura ganan los rumores, que además de esparcirse de esta manera, también corren en el boca a boca. Cuando esto sucede, algunos medios pueden llegar a pensar que estos rumores son ciertos, tal y como ha ocurrido en algunas ocasiones. Este hecho puede ser perjudicial para todo tipo de personas y entidades, sobre todo para el gobierno.

En época de elecciones, es común que los usuarios se posicionen en las redes sociales, por lo que algunas personas aprovechan este hecho para esparcir rumores a favor de su partido favorito o en contra de sus rivales. En los últimos meses, ha habido varios casos relacionados con esta problemática, tal y como el robo de los datos de millones de miembros de la red social Facebook.

Los controles en las redes se han intensificado, pero todavía se siguen expandiendo noticias falsas a gran velocidad. Los rumores y los contenidos de dudosa veracidad siempre han existido, pero el internet ha propiciado la aparición masiva de éstos. Para no ser estafado, lo más recomendable es informarse a través de medios serios y prestigiosos que siempre aporten fuentes oficiales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *