En León no se está cumpliendo con la reposición de árboles que fueron talados durante esta Administración.
Por las tres mil 537 talas de árboles que lleva contabilizadas la Dirección de Gestión Ambiental, deberían llevar 35 mil 370 plantaciones de nuevos ejemplares, esto por una compensación ambiental; sin embargo, a través de su página reconocen solo nueve mil 597 plantaciones en la zona urbana.

El presidente de la Fundación de Rescate Arbóreo (FURA) A.C., Ricardo Ibelles Navarro, criticó esto y justificó que cada árbol talado debe ser compensado con la plantación de 10 y aún así esto no repara todo el daño ambiental ocasionado.
“En realidad no hemos ganado nada, en números absolutos hemos perdido masa arbórea. Otra cosa es que las compensaciones las tienen que hacer las personas que cometen o solicitan el permiso de tala y la plantación de árboles que hace Gestión Ambiental debería ser independiente de esas compensaciones”, manifestó.

Sobre los trasplantes que reporta la dependencia (seis mil 551), Ibelles explicó que también es muy probable que de éstos sólo haya sobrevivido la mitad, además explicó que por cada árbol que no sobrevia se deben plantar cien. Es por ello que el presidente de FURA insistió en que hay que ser mucho más exigentes con el pago de compensaciones y que tanto los responsables de obra pública y privada, se comprometan a que los ejemplares sobrevivan y los rieguen por lo menos durante dos años.
Ibelles lamentó que el tema ambiental actualmente en nuestra ciudad, al parecer está en el olvido.
“Cuando perdemos un árbol, los servicios ambientales de ese árbol se convierten en cero, dejamos de tener sus beneficios y aunque traigas un millón de árboles para reponer ese que se perdió, ese millón de árboles ya existían, ya estaban dando servicios ambientales en otro lado, entonces solo los cambias de lugar. La pérdida de un árbol sí es absoluta, tendríamos que generar más árboles, no traerlos”.
Hubo poda inadecuada
La poda sanitaria de árboles de León para quitarles el muérdago debe ser la última opción, aseguró Ricardo Ibelles Navarro, y denunció que por esta práctica están afectados los árboles de la Calzada y del jardín de San Juan de Dios.
El activista señaló que las malas consecuencias de esta actividad pueden notarse con la presencia de moscas blancas y en los troncos de los árboles con presencia de pudrición en las ramas.
“La poda además de que es agresiva hacia el ejemplar lo pueden estresar, puede que el árbol se debilite y muera, retirar más del 30% del follaje de un árbol es una práctica que no debe de realizarse, aun y cuando se tenga el pretexto de que hay que quitar el muérdago”.
