A más de un mes de iniciadas las campañas, tanto a nivel federal como local, los capitalinos tienen más certeza de por quién votar en la elección presidencial que en la Jefatura de Gobierno.
Los Kaufmann, de Miguel Hidalgo, lograron lo impensable y más de allá de su abstinencia a consumir noticias, vieron el debate presidencial. Sin embargo, pasaron de la diversión a la preocupación.
Primero, reían de los ataques contra el candidato de Morena y después lamentaron que el ejercicio haya sido sólo de descalificaciones.
Para bien o para mal, el desempeño de Obrador durante el debate ayudó a que las familias concretaran su intención de voto.
A Esteban Solís, de Cuauhtémoc, les sorprendió el desempeño de Anaya, sin embargo tanto para él como para Roberto Saldaña, su voto será para el candidato de Juntos Haremos Historia.
“Siento que la única posibilidad de cambio podría ser López Obrador. Hay que ver más allá del discurso, ¿qué hay detrás de cada uno de ellos?”, dice Roberto.
Para la familia de Perla Gómez, en Gustavo A. Madero, el debate fue una prueba más de que los candidatos sólo buscan el poder y que sus promesas se quedan en eso: sólo en promesas.
“Siguen siendo los mismos mentirosos de siempre con propuestas al aire. Sólo avientan la moneda y se va a hacer lo que se pueda hacer, no lo que están diciendo”, comenta Arturo, el hijo mayor.
Para los Ruiz González, de Milpa Alta, el encuentro los decepcionó, sin embargo, eso no cambia su intención de voto por AMLO.
“Y, si nos falla, pues ni modos, no es algo nuevo”, dice Antonio.
En esta ocasión, María Hernández, de Iztapalapa, abandonó su trabajo por unas horas y escuchó el primer debate presidencial.
Para la habitante del Barrio San Miguel, los ataques dirigidos hacia AMLO eran porque es el “más fuerte” para ganar el debate.
“En boca cerrada no entran moscas, así que si (AMLO) no contestó nada no fue porque no tuviera argumentos, sino porque fue mejor que los dejara hablar y él mantenerse bien como va”, dice.
El enojo se hizo presente en Maira Maya y Luis Ramos, de Benito Juárez, a quienes el debate les molestó. Ambos esperaban oír más propuestas de los candidatos.
La liberalización en el precio de la gasolina el viernes, fue la prueba más nítida para ellos de que los candidatos no cumplen, pues hace 6 años bajar el costo de los energéticos era una propuesta de campaña.
“Tenemos una gasolina a 20 pesos, hace seis años andaba en 8 pesos, nos vendieron una reforma energética, que iba a beneficiar la economía familiar y no pasó, no avanzamos nada”, comenta Luis.
