Se acabaron las sensaciones, las especulaciones, los beneficios de la duda. Es momento de las conclusiones.
El León sigue viviendo la misma situación que en las últimas temporadas: verdaderas “montañas rusas” que han encontrado más bajones súbitos que recuperaciones. Momentos de lucidez futbolística y demostración de su ADN, pero también caídas en un precipicio que no parece tener fin.
El éxito deportivo no es lo mismo que la excelencia deportiva. El León ha dejado de hacer cosas.
Que no se pueda salir campeón cada torneo o cada temporada no quiere decir que no se pueda trabajar de mejor manera en el desarrollo de una institución que así como exige ampliar las vitrinas con títulos, también está ávida y crecimiento de desarrollo estructural.
Desde el interior se dice que hay autocrítica, pero no ha pasado nada, parece que no sólo no se aprende, sino que además se siguen repitiendo patrones como por ejemplo con el área médica. Y qué decir de los fichajes del último semestre futbolístico. No vale la pena detenerse a revisar sus minutos de juego, mucho menos la calidad que aportaron.
Al equipo le fue mal en casi todo; hasta la gente siguió alejándose de la tribuna. La peor campaña de goles recibidos desde que se regresó por segunda vez a la Primera División. Un pobre espectáculo. En casa se dejó de pesar y aunque se vivió un buen arranque y se terminó con poco más de 20 puntos, el año no pude decirse que fue bueno. La inestabilidad en la cancha vuelve a dejar dudas sobre la continuidad de un proyecto.
Todo tiene un por qué, pero también es cierto que hoy todo suena a pretexto.
El club en lo deportivo no es contendiente y en otros rubros no avanza, se estancó. No hay casa club, no hay buenas instalaciones para entrenar o médicas y el Estadio León dejó de ser del que les rentaba y ha pasado a manos de un tercero, con quien por cierto no quieren sentarse a revisar el tema.
¿A dónde va el León? ¿Qué rumbo ha tomado? ¿Cuáles son los proyectos a corto, mediano y largo plazo?
Hay muchas más preguntas, algunas que exigen respuestas inmediatas para solucionar un problema deportivo, como los muchos que se tiene que resolver en el mundo del futbol en el terreno de juego. Pero también están otras preguntas más grandes, más importantes y de fondo, cómo las que tiene que ver con la institución.
Sensaciones puede haber tantas y tan variadas como cantidad y tipos de aficionados que tenga el club, pero conclusiones sólo una: se fracasó.
@pacovela
