El sacerdote Moisés Fabila, secuestrado en la Ciudad de México el pasado 3 de abril, fue encontrado muerto el pasado domingo por la mañana en la Colonia Lomas del Sur, en el Municipio de Emiliano Zapata, en Morelos.
Hasta ayer miércoles, los familiares del párroco acudieron al Servicio Forense de Morelos, en Cuernavaca, para identificar el cuerpo que había permanecido en carácter de desconocido desde el domingo.
El fin de semana, la Iglesia católica lanzó un “¡Ya basta!” ante los 23 homicidios de sacerdotes en México en el presente sexenio, dos de ellos apenas hace unos días.
En un comunicado, la Arquidiócesis de Monterrey -a cargo de Rogelio Cabrera- demandó detener lo que llamó “guerra sin sentido”.
“Al momento, ya suman 23 (en el sexenio) los casos de sacerdotes en nuestro País que han sido víctimas de la brutalidad que sigue enlutando a cientos de familias en nuestra Nación. Como Iglesia, nos unimos para encomendar a Dios el eterno descanso de quienes han fallecido, y alzamos, una vez más, nuestra voz para decir: ‘¡Ya basta!'”, expuso.
El viernes pasado, fue acribillado el vicario Juan Miguel Contreras en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.
El miércoles, en un templo de Cuautitlán, Estado de México, el sacerdote Rubén Alcántara, fue asesinado a puñaladas por un desconocido.
“Somos conscientes, y estamos agradecidos (con las autoridades) de los grandes esfuerzos que se realizan, por lo que pedimos que no admitan ningún tipo de distracción. Recuerden que, al estar al frente de las instituciones gubernamentales, no pueden olvidar que su compromiso con el pueblo es hasta el último minuto de su gestión”.
En Guadalajara, el cardenal Francisco Robles demandó esclarecer el crimen del sacerdote Contreras y aseguró que los homicidios son reflejo del descuido de las autoridades ante el proceso electoral.
“Desde luego que se relaja, se descuida el tema de la seguridad y de muchas otras cosas, porque hay la ambición de asegurar su futuro y no el bienestar de la sociedad”.
El Cardenal lamentó la “alarmante” cultura de desprecio por la vida que se padece en México, por lo que invitó a feligreses a reflexionar y pedir a Dios para que se recupere el valor de la dignidad.
Contreras García fue asesinado en la Parroquia San Pío de Pietrelcina presuntamente por dos sujetos.