“Desde los ocho años comencé a ayudarle a mi papá y esto es lo que disfruto; preparar alimentos y atender a los clientes”, comparte Juan Manuel López, propietario de Botanas Juan, en donde su especialidad son las guacamayas.

En México, cerca de 1.6 millones de personas se dedican a preparar comida rápida, de acuerdo con la ENOE, al tercer trimestre del año pasado de esta cantidad un 57% son mujeres y 43% hombres.

Además, 53% de estos ocupados preparan comida rápida en establecimientos y 47% la elaboran y venden de forma ambulante.

Un 54% del total de personas dedicadas a esta labor se concentran en el Estado de México, Jalisco, Veracruz, Ciudad de México, Guanajuato, Michoacán, Puebla y Guerrero.

Juan comparte que todo comenzó hace 44 años, cuando tenía ocho años y ayudaba a su padre Don Juan a traer mandados y picar la salsa de jitomate.

“Ya al frente del negocio comencé en 1984, es un modo de vida que nos ha permitido comprar nuestra casa, carro y darle educación a la familia”.

A partir de las 8 de la mañana comienza los preparativos para su negocio, relata que lo primero es surtir los ingredientes en la Central de Abastos, para luego, con la ayuda de su hermano, también de nombre Juan, preparar salsas, lavar el carro y partir del mediodía hasta las 10 de la noche a recibir a los clientes.

“Entre semana vendemos hasta 150 guacamayas y en fin de semana hasta 250, más los clientes que piden tacos, tostadas o duro preparado”.

Un par de datos anecdóticos de Juan es que nunca olvidará el día que atendió a la prensa nacional y del extranjero para la cobertura del concierto de Shakira en León y al final salió premiado, ya que le realizaron un vídeo para la cadena Telehit.

“Semanas después comenzaron a venir estudiantes de otros países que justamente nos vieron en la tele”, menciona emocionado quien también es instructor de gimnasio.

 

Mantienen sazón

De cada 100 preparadores de comida rápida, 92 lo hacen en micronegocios, 7 en pequeños establecimientos y 1 en otro tipo de establecimientos.

Por sexo, el reporte de INEGI detalla que la mayor participación de las mujeres se da en las edades de 30 a 49 años (50.9%). En el caso de los hombres, la mayor proporción se registra entre los que tienen de 20 a 29 años de edad (23.2%).

Las hermanas Anabel y Leticia Rodríguez, de profesión psicólogas, han preferido seguir una tradición heredada por su padre Juan Antonio Antonio Rodríguez, al frente de Rosticería La Hacienda de San Juan de Dios.

Anabel y Leticia Rodríguez, en la Rosticería La Hacienda

“El negocio lo comenzó hace 34 años mi papá, desde niñas le ayudábamos con mandados y es un orgullo seguir y que la gente disfrute del sabor que le ofrecemos, vienen no solamente de León, sino de otras ciudades y eso nos genera una gran satisfacción”, comparte Anabel.

Leticia relata que entre semana la actividad comienza a las 8 de la mañana, pero los fines de semana a las 5 porque aumenta la cantidad de clientes.

“A la semana atendemos un promedio de 700 clientes, ya de la mayor parte de las cosas nos entregan aquí en el negocio, pero hay que preparar los complementos (arroz, pasta, ensalada), la limpieza y dejar listo el lugar para rostizar los pollos”.

Ahora su siguiente reto es abrir un restaurante, que esperan quede listo a partir del próximo mes de mayo.

“Actualmente en el negocio somos 7 personas las que dependemos de él y la idea siempre será respetar el sazón que desde un inicio hemos ofrecido”.

 

Para buen diente

De cada 100 preparadores de comida rápida, 57 trabajan por su cuenta, 25 laboran en forma subordinada, 10 son empleadores y ocho son trabajadores no remunerados.

En relación a los horarios, entre los que laboran en establecimientos, dicho promedio es de 40.6 horas y en el caso de los que preparan este tipo de alimentos en forma ambulante, es de 33.5 horas.

José García, por ejemplo, adquirió una franquicia de Gigantes Tortas y desde hace año y medio prepara y atiende a los comensales.

José García

“Disfruto mi trabajo, el trato con la gente y a partir de las 10 de la mañana, todos los días, hay que surtir ingredientes y bolillos para luego hacer el aseo y prepararnos para dar atención hasta las 10 de la noche”.

En este negocio, su peculiaridad es precisamente las tortas grandes que en un buen día, se venden hasta 30 y una cifra similar de bolillo normal.

“Nos ha ido bien en el comienzo del negocio y esperemos las ventas así sigan para en un momento tener una sucursal más”, en la actualidad la franquicia local cuenta con 3 unidades, todas con diferentes dueños.

“El día que más recuerdo fue cuando estaba solo y llegaron bastantes jóvenes de la porra de los Pumas. No me daba abasto con tanta gente”, contó.

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