Diseñadores que trabajan marroquinería elaborar sus productos inspirados en el folclore mexicano sin poder protegerlos, aún cuando llegan a mercados norteamericanos y europeos, debido a restricciones que señalan la propiedad intelectual.
De acuerdo con un estudio realizado por Marcos Hernández Rivas, coordinador de Asesoría Legal Internacional en la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), actualmente no existe un acuerdo internacional que establezca criterios para proteger las expresiones culturales tradicionales.
El estudio menciona que las obras populares o del folclore, son consideradas del dominio público, de modo que éstas podrán ser explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular.
Esto no incluye el derecho al uso exclusivo, ni dará derecho a impedir que se hagan otras versiones de la misma.
Telar
Los bolsos de la marca artesanal Ángel Lozano han conquistado Norteamérica y Europa. Su creadora, Ángeles Lozano Padilla, detalló que la empresa exporta a países como Estados Unidos, República Dominicana, Irlanda, Alemania, España y Francia.
Pese a esto, Ángel Lozano no lleva a cabo alguna medida para proteger la propiedad intelectual. Los telares de cintura, usados para sus productos, son elaborados en el sur de Chiapas, sin embargo cada diseño es distinto. “Es difícil, los diseños de los telares no nos pertenecen, los puede comprar cualquier persona, únicamente la marca está registrada”, declaró Ángeles.
La firma surgió hace dos años tras ganar un premio en Argentina llamado “Historias que inspiran”, con la ganancia recibida se invirtió en la creación de la marca.
Hace nueve años que la diseñadora desarrolló una línea de bolsos económica para venderlos por todo el País, bajo el nombre de Ángel Lozano.
Estos bolsos son creados forma artesanal, están hechos de piel con herrajes bañados en oro; el objetivo es llegar a un mercado turístico y de exportación.
La compañía tiene capacidad para fabricar mensualmente 2 mil bolsos, así como calzado y chamarras.
En México, los principales destinos de mercado son las playas de Cancún, Los Cabos, Puerto Vallarta y Veracruz; mientras que el 30% de la manufactura se exporta.
Ángel Lozano vende el 95% de sus productos en línea, además cuenta con un punto de venta en León. En la compañía laboran 120 personas, distribuidas en 17 maquilas, aunado el personal administrativo y de ventas.
Para posicionar su marca, el año pasado visitaron París y Japón para dar a conocer sus productos.
Uno de los retos principales, detalló la empresaria, es el comercio de bolsa china: “El mercado está inundado cada vez mas de estos productos”, agregó.
Óleo
D’ Camil fusiona el diseño en óleo y la manufactura de bolsos. Sus productos han llegado a Italia, España, Estados Unidos y Canadá.
El gusto por la pintura fue el principio para iniciar esta microempresa, hace un año. Sus propietarios Gerardo Campos Rojas, junto con su esposa Luisa Mabeth, diseñan bolsos pintados a mano.
“La marroquinería es un sector donde se puede explotar la capacidad de reinventar un concepto de moda”, define Gerardo.
Si bien ésta es una empresa joven, va creciendo a paso firme. Sin embargo, sus diseños tampoco pueden ser protegidos.
D’ Camil cuenta con un punto físico de venta en la Zona Piel, el resto lo hace a través de sus redes sociales.
Para la fabricación de la bolsa, contratan maquilas familiares, semanalmente se producen 30 bolsos entre carteras, bolsas y monederos en cinco líneas, principalmente con flores.
El toque final de diseño es realizado por los emprendedores. Como plan a futuro planean dar empleo a personas de la tercera edad.
