Mauro Boselli fue la luz y la sombra del León, que venció 4-1 al Celaya para acceder a los cuartos de final de la Copa MX.

El Matador (19’, 24’ y 29’) marcó un triplete, llegó a sus 200 goles a nivel de clubes (117 con la Fiera), y salió lesionado.

Se puede decir que Mauro pecó de ambicioso, pues con el partido resuelto y con tres goles en el partido, lo más correcto hubiera sido darle descanso tras el medio tiempo. Pero el alimento de un delantero es precisamente el gol y Boselli quiso extender su inspiración, aunque en su intento encontró una lesión que prende los focos rojos en el departamento médico de la Fiera.

Más porque el argentino salió primero molesto y luego se sentó en la banca con cara de preocupación. Se echó las manos a la cara, para después ser asistido con hielo en la parte posterior de la rodilla derecha, ahí donde sintió el ‘piquete’ cuando extendió su pierna derecha en la jugada anterior, justo donde le anularon su cuarto gol.

De fiesta

Hay que preguntárselo al propio Mauro Boselli, pero ayer, el Matador marcó tal vez su hat-trick más fácil de su carrera.

Provocó el primer tanto de la noche con su viveza. Interceptó un mal pase del portero celayense Sergio Vega para dejar el balón a Álvaro Ramos, quien devolvió la cortesía a Mauro para definir abajo y poner el 1-0 en el minuto 19.

Tardó poco en caer la segunda anotación felina. Andrés Andrade mandó un centro frontal al área, con toda la ventaja para que el portero Vega saliera de puños, pero una vez amarrado en su propia área, el ‘Matador’ ganó la posición a los defensas, Leobardo Lopez y Mario Pablo Risso, para peinar la pelota y mandarlo al fondo de las redes apenas al minuto 24.

La fiesta continuó cinco minutos después. El celayense Rodolfo Salinas se comió un amague del ‘Rifle’ Andrade que hizo pared con Álvaro Ramos y definió ante la salida del portero celayense, pero antes de rebasar la línea de gol, Mauro Boselli llegó para empujar la pelota.

Celaya sólo tuvo reacción con un disparo de Kevin Favela (39’) que exigió a Carlos Felipe Rodríguez, pero terminó por ser sepultado antes de acabar la primera mitad por la expulsión de su defensor Mario Pablo Risso. Pusieron el de la honra por conducto de Carlos Galeana (84’).

Pero para ese momento, Maxi Cerato ya le había completado la faena a los Toros.

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