Los alumnos de Administración Financiera del Tecnológico de Monterrey conocieron el caso de éxito del ex alumno Javier Ernesto Gándara, quien desde el 2013 labora en la calle neoyorquina más importante para el mundo de las finanzas.
A través de la conferencia “Del campus León a Wall Street, viviendo el sueño financiero”, Javier compartió con los asistentes los diferentes puestos que pueden ocupar en Wall Street, cuáles serían sus funciones y qué es lo que necesitan para llegar al conocido corazón histórico del distrito financiero.
El leonés egresó del Tec de Monterrey, campus León, en el 2008, en medio de una crisis financiera y comenzó a tocar puertas locales en instituciones bancarias hasta que Roberto Guillena, de Scotiabank, le dio su primera oportunidad laboral la que duró un año.
Su siguiente trabajo fue en el Bank of America Merrill Lynch donde realizó buenos proyectos, le dieron la experiencia y conocimientos necesarios para obtener una beca para una maestría en la Escuela de Negocios de la Universidad Wharton, de Pennsylvania.
Concluyó su maestría con mención honorífica y tocó puertas en el banco Suizo Credit Suisse, donde ingresó como analista de deuda de instrumentos financieros.
Con el tiempo y gracias a su esfuerzo consiguió el puesto que tiene hasta la fecha como vicepresidente de administración del portafolio de deuda.
“Tengo un trabajo muy emocionante, con muchos desafíos nuevos a diario, pero al mismo tiempo mucho estrés”, dijo.
“Elegí una muy buena carrera que me llevó a lugares que nunca imaginé; estoy muy agradecido con el Tec por la educación que me dio”, agregó.
Durante su ponencia Javier invitó a los jóvenes a buscar experiencia profesional aún cuando se encuentren estudiando la universidad, dominar un idioma extranjero y hacer networking.
“Los jóvenes deben empezar a crear su red de contactos y en su etapa universitaria, participar en grupos estudiantiles”, dijo.
El financiero se siente realizado profesionalmente, contó que tiene que hacer sacrificios para lograrlo como el estar alejado de su familia y su País, pero que vale la pena porque es una decisión que tomó y está feliz con ella.