La comercialización de cómics no se escapa a los temas de volatilidad económica al ser importados de Europa y Estados Unidos.
“Lógicamente nos afecta que suba el dólar y el euro, pues en cada importación nos vemos obligados a ajustar las bajas tarifas, como cualquier empresa importadora”, compartió David Catalán, propietario de la librería Catalonia Cómics.
En una situación similar está Gustavo Tejada Padilla, socio de Dragon’s Cave, quien reconoce que el 70% de los títulos que oferta son en inglés, importados de Estados Unidos.
“Tenemos que apechugar pues son pedidos con antelación, al llegar la mercancía el precio del dólar varía de 18 a 20 pesos, este es el problema”, señaló Gustavo.
Catalonia Cómics y Dragon’s Cave son dos opciones en León para los amantes del cómic que han logrado sortear por más de cuatro años estos embates.
Ambos espacios, además de los títulos ofrecen figuras, tazas y playeras relacionadas con las historias que narran.
Consumidores habituales
En la ciudad de León, los lectores potenciales de la novela gráfica no rebasan las 15 mil personas, de acuerdo con David Catalán.
Esta cifra representa apenas el 1% de la población pero pese a este reducido grupo, la respuesta es buena ya que los clientes se convierten en consumidores habituales.
Las dos tiendas se especializan en novela gráfica de importación, principalmente de Europa y Estados Unidos.
“La mayoría de la gente relaciona los cómics con los superhéroes, se volvieron el noveno arte”, dice Gustavo Tejada.
Su nicho de mercado son personas de 16 hasta 80 años, son lectores asiduos, y no solo de cómics, tan solo Catalonia ha comercializado alrededor de 5 mil títulos.
Entre los pedidos más excéntricos que ha cumplido se encuentra la recopilación de tiras cómicas editadas por periódicos españoles en los años veinte.
“Las caricaturas españolas que publicaban los domingos se recopilaron para crear un libro”.
Por su parte, Dragon’s Cave, además de la novela gráfica entre la que suma 150 autores, su mercancía se complementa con figuras, discos de acetato y playeras.
Ofrece títulos para todas las edades, a estos volúmenes se suman autores independientes con temática erótica, violencia, historias oscuras, hasta la clasificación gore, “el espectro es amplio”, detalló Gustavo.
“En el universo de la novela gráfica no tengo ni la mitad de los títulos, la oferta es grande con relación a editoriales y temas”, agregó.
Para los conocedores, Dragon’s Cave ofrece otros productos que no son caricaturas, cuenta con un catálogo en línea para conocer la oferta completa de títulos, recomendaciones y sinopsis.
Los cómics, explicó Gustavo, existen antes que las películas de superhéroes, ahora con las películas el interés se ha incrementado.
“Es un vehículo que el autor emplea para llegar al público, todos los temas que se pueden encontrar en la novela clásica se pueden abordar en la gráfica”, compartió David.
Más que negocio, amor
A estos empresarios los une el gusto por la lectura de la novela gráfica, para David la idea del negocio surgió a raíz de la carencia de opciones.
“En una búsqueda de títulos que me interesaban detecté que no había librerías especializadas”, compartió, y derivado de un estudio de mercado fue que detectó la oportunidad de negocio.
En el caso de Gustavo, desde niño era fan de estos productos, “te mantienes con muchos problemas, te debes enamorar de esto, son compras a priori, no hay reembolso, nos tenemos que quedar con la mercancía en stock que muchas veces no se recupera”.
Los costos finales están determinados por la moneda extranjera, euro y dólar, ya que en su mayoría son productos de importación, esto no permite que haya precios fijos.
