Las manos guanajuatenses dedicadas a elaborar artesanías de cartón, madera y piedra, han encontrado en Estados Unidos y Europa, un mercado que hasta ahora les ha permitido continuar con una tradición que se resiste a desaparecer.

Trabajo y disciplina definen la jornada de estos empresarios, quienes han decidido hacer de su herencia un negocio que permanece.

Cartonería

Juan José Montiel Castillo es un artesano de San Miguel de Allende dedicado a la cartonería, cuyos trabajos llegan hasta Holanda y Estados Unidos. De sus padres aprendió el oficio.

En tiendas de manufactura mexicana en Arizona, Santa Bárbara y Houston, también oferta sus creaciones.

En su taller colaboran 3 personas, quienes en conjunto elaboran figuras de papel mache como gallos, corazones y calaveras, que son los preferidos del mercado extranjero, en el caso de los clientes nacionales prefieren las máscaras y caballos, principalmente en Cancún, Guadalajara y la Ciudad de México.

Cada semana realizan en promedio 200 máscaras, de las que tiene 30 diferentes modelos.

El precio de sus obras va de 35 pesos hasta 2 mil pesos.

Desde hace 45 años Juan participa en el Festival ‘Los locos’, carnaval que se organiza cada año en San Miguel de Allende desde hace 100 años.

Madera

El mercado mayorista de jugueteros en Quiroga, Michoacán es el principal canal de distribución para Diego Antonio Arzate Pérez, artesano dedicado a la elaboración de juguete de madera, en Apaseo el Alto.

Su negocio tiene dos sectores: coleccionistas y niños, y su producción incluye 45 modelos entre muebles, casas y automóviles.

Con Diego colaboran cinco personas en el taller, donde mensualmente elaboran 600 unidades de un solo modelo, cuyo proceso es en serie y puede tardar de uno a 15 días una producción de 200 piezas.

Entre los materiales que utiliza están la madera de aile y caobilla; para los cortes utiliza maquinaria pero el armado y los detalles se realizan a mano.

Sus principales clientes nacionales están en Guadalajara, CDMX, Querétaro y León, donde los autos clásicos tienen mayor aceptación.

De sus artesanías, los ‘vochos’ y las vitrinas son los más laboriosos, y los previos van de 150 pesos y algunos alcanzan los 4 mil pesos.

Piedra

Golpe tras golpe, Pascual Leal Marín saca de la piedra una figura producto de su imaginación.

Este artesano elabora molcajetes de piedra volcánica en Comonfort, técnica que aprendió de sus hermanos mayores.

“Para nosotros es nuestra forma de subsistir”, dice Pascual, quien por día realiza tres piezas, “es una friega”.

El ingenio de este artesano ha llegado a Minnesota, Oklahoma y Texas, y una forma de comercializar sus creaciones es recorriendo ferias.

Desde hace 10 años se dedica a este negocio y cuenta con tres colaboradores en su taller.
 

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