Miles de “inditos” leoneses visitaron ayer el Santuario de Guadalupe para demostrar du devoción a la Emperatriz de las Américas.
Como se hizo por primera vez hace ya 142 años, un 12 de enero de 1876, una romería de fieles católicos acudió desde temprana hora al recinto dedicado a la Virgen de Guadalupe, muchos de ellos llevando ofrendas, atuendos de “inditos” e “inditas”; adultos mayores, niños, niñas.
Era tal la cantidad de personas que sólo había tiempo para llegar hasta el altar principal y recibir un poco de agua bendita y retirarse.
Algunas personas entregaban pequeños ramos de flores, otros pedían la bendición o que por lo menos les echaran agua bendita pues no hay tiempo para rezar una oración.
“Cada año venimos en familia a visitar a la virgen. Es sobre todo por devoción a la guadalupana; otros lo hacen por tradición o por pagar alguna manda. La realidad es que esto se convierte en una verdadera fiesta; medio León viene a esta tradición”, señala Ismael Márquez Hernández.
Para protección de los peregrinos, se cierran las calles aledañas al Santuario, donde se instalan juegos mecánicos, y más de un centenar de antojitos mexicanos.
La calle Álvaro Obregón, entre Miguel Alemán y Antillón, dio cabida a decenas de fotógrafos que instalan su “set” con paisajes alusivos a la Virgen de Guadalupe. Por 50 pesos pueden obtener la foto del recuerdo que luego presumirán a los nietos.
Desde el pórtico principal los peregrinos comienzan a ser rociados con agua bendita por algunas religiosas que piden entrar con devoción, pero en forma rápida.
Desde las 7 de la mañana, a pesar de las bajas temperaturas, comenzó a llegar cientos de personas. A medio día ya no se podía transitar.
Elementos de Protección Civil estiman que el número de peregrinos supera con facilidad los 30 mil.
“Es imposible contarlos, pues todo el día llega gente a visitar a la Virgen. Lo más intenso es después de medio día por ello se forman vallas con costales, con lazos y hasta con personas para evitar desorden”, dice Mario Ángeles Estrada.
Muchos peregrinos desconocen, la mayoría, que esta tradición la inició el padre Pablo de Anda hace ya 142 años. Una peregrinación anual que llegó para quedarse, y que incluso se “exportó” para otros municipios como San Francisco del Rincón, Arandas, Jalisco, donde también festejan a la Virgen de Guadalupe este día.
Se tuvo que reforzar la seguridad, dentro y fuera del templo, para inhibir a los carteristas y todo tipo de delincuentes que se aprovecha de la buena fe de los leoneses que acuden a visitar a la Virgen.
