Guanajuato tiene unas dos mil unidades económicas vinculadas a la panadería y repostería. En León, 463 empresas se dedican a la comercialización de estos productos. A continuación se relata la historia de tres empresas leonesas, cuyo inicio empezó básicamente por el gusto a la repostería que sentían sus respectivas dueñas, quienes ahora se dedican al negocio de su vida.
Vivián
En el nombre lleva la marca de su fundadora Ma. Vivián Padilla García, quien en 1987 inició su negocio horneando pasteles en su casa. Antes de ser empresaria, era reportera.
Al principio, los pasteles los vendían entre sus amistades. Los pedidos se incrementaban hasta llegar a tres por día, fue así como comenzó el negocio, recordó Manuel García Padilla, actual Gerente Administrativo.
Con el aumento de los pedidos, el suegro de Vivián le ofreció un espacio para que ampliara su cocina en su casa.
Su primer sucursal fue abierta en Plaza Mayor en 1991. Actualmente tienen seis, una de ellas en Irapuato. Y antes de que termine el año, se tiene planeado abrir una nueva.
Vivián cuenta con siete líneas de producción, que se dividen en 50 sabores. El pastel de queso con fresa fue uno de los primeros, y a la fecha se sigue elaborando.
Su fundadora tiene recetas propias, ha tomado cursos de chocolatería, repostería, panadería y decoración en Argentina y CDMX, aunque admite que su conocimiento se debe en gran parte a su experiencia.
Hace dos años, sus hijos Manuel y Adrián comenzaron a involucrarse en el negocio en la parte operativa y de cocina.
En esta etapa integraron la comercialización en línea, y la entrega a domicilio.
Los puntos de venta son el principal canal de distribución, la entrega a domicilio representa el 15% de sus ventas.
Las recetas siguen igual a cuando inició la empresa, pues se trata de elaborar los productos de forma casera, esto incluye la decoración, aunque la mezcla de ingredientes se realiza en batidoras industriales. La producción es diaria. Vivián consume por mes una tonelada de mantequilla, aproximadamente.
Por cada tienda que se abre, se requiere una persona extra en la cocina.
Normalmente, todo los pasteles necesitan tres días para elaborarse, entre el horneado y decorado.
Al ser productos artesanales, la caducidad que tienen es máximo de seis días.
Vivián cuenta con 20 proveedores de ingredientes, la mayoría proviene de Irapuato y Celaya, el resto es nacional.
Bombonier
En portugués, a la sección de pasteles se le llama “bombonierge”, de ahí surge el nombre de esta marca de repostería fina y también de banquetes, creada por Olga González Urtaza.
Olga comenzó Bombonier con un servicio de banquetes, la repostería llegó después como un elemento complementario. Le gustaba la cocina, pero no pensó en dedicarse a ello. Empezó a cocinar hace 22 años cuando replicaba las recetas de su abuela.
Ante el aumento de pedidos sus papás le donaron un terreno en León Moderno, decidió no mudarse hasta que pudo comprar su horno y refrigerador industrial.
Así arrancó su negocio, en el local que hasta la fecha continúa, “Pero hubo gente que me dijo te va a ir mal en esa ubicación”.
Los primeros pasteles eran de estilo francés, pero el gusto de los comensales era predominado por las recetas americanas.
La puerta a la repostería empezó con un cheesecake de nuez. Los propietarios del restaurante Cafezzito estaban por abrir, y buscaban un proveedor de pasteles.
Hasta ahora la venta principal de los postres viene con el servicio de banquetes.
Hay dos eventos cada fin de semana. Para este servicio, elaboran su propio pan, y por semana realizan hasta 2 mil postres individuales.
Bombonier tiene cuatro líneas de productos diferentes, cuenta con 15 variedades de pasteles y veinte diversas masas para galletas, todo elaborado con fruta natural; utilizan hasta 100 kilos de harina, una de las creaciones sobresalientes es la tartaleta de maracuyá. En cocina trabajan 15 personas.
Uno de los principales retos de Olga ha sido trabajar para el Estado Mayor Presidencial, pues sirvió un banquete para el expresidente Felipe Calderón, y también a Roberto Hernández Ramírez, uno de los propietarios de Banamex.
Olga reconoce que los fines de semana es lo que se sacrifica en un negocio como éste, pero delegar y confiar ha sido parte del proceso.
Bombonier se encuentra por reinaugurar su sucursal, y ampliará sus líneas de productos en pan dulce, aderezos, así como una línea energética.
Massi
Hace 25 años inició la historia de los pasteles Massi cuando todavía no era una marca, compartió Hugo Fuentes Huerta, actual encargado de la pastelería.
Su mamá, comenzó horneando pasteles para sus vecinos de la calle La Luz. “La gente llegaba a tocar la puerta, para pedir un pastel”, recordó Hugo.
La señora Huerta trabajó en una pastelería en la Ciudad de México. Cuando llegó a León hace 40 años decidió poner en práctica sus conocimientos.
El nombre Massi es la abreviación de mamá Sarith, pues es así como los nietos de la propietaria, la llaman. Desde hace 15 años se convirtió en el nombre de la marca.
Conforme la demanda de pedidos iba creciendo, decidieron abrir un local y al paso del tiempo la producción tuvo éxito.
En un inicio, Massi tenía seis sabores básicos en pasteles, actualmente son 18.
Unos 120 pasteles se hornean diariamente, para los que se utilizan 100 kilos de harina, 100 kilos de azúcar y 360 huevos. Y trabajan 15 personas. El pastel de frutos rojos es una de las recetas creadas por la fundadora, justo este sabor es de los de mayor popularidad de la marca.
La mayor parte de la proveeduría es local, a excepción de algunos chocolates y rellenos que son de importación.
Hace nueve años se abrió una segunda sucursal en la Calle Madero.
Hugo tiene 15 años al frente de la administración de la pastelería. Si bien, su madre lo ha dejado a cargo, ella sigue estando pendiente de la producción, pues a diario supervisa los procesos.
Massi abrirá una nueva sucursal, y a la actual le integrarán un concepto de desayunos y cafetería sin dejar por supuesto la venta de pasteles.
Hugo reconoció que parte del éxito de la marca es que conservan el sabor original.
