Diego Silveti termina 2017 agradecido.
Ese agradecimiento, principalmente es para su abuelo Juan, quizá la pérdida más grande, después de su padre, que ha sufrido Diego.
“El cariño que me unía con mi abuelo ha sido uno de los lazos más fuertes que he tenido en mi vida.
“Me queda la fe de saber que está de nueva cuenta con papá (David), su hijo, y que está bien”, aceptó Diego en sus primeras declaraciones tras la muerte, el 24 de diciembre, de su abuelo Juan Silveti, una de las grandes figuras taurinas a nivel mundial quien estuvo muy al pendiente de la carrera de su nieto.
Pese al fallecimiento, Diego está agradecido por un año en el que consiguió sumar triunfos prácticamente en casi todas las corridas que actuó.
“Continuamos fieles a lo que ha sido mi carrera. Citas puntuales buscando más la calidad que la cantidad y, afortunadamente, me encontré más maduro y toreando con mayor pureza.
“Me llevo muchas satisfacciones. Ha sido un año de aprendizajes”, contó el menor de la dinastía Silveti, quien toreó 24 corridas en 2017 y, además de haber cortado casi dos decenas de orejas, realizó un par de faenas que provocaron el perdón de la vida a dos toros.
Silveti iniciará 2018 literalmente toreando, en Tlaltenango, Zacatecas, el primer día de enero.
“Y como Regalo de Reyes debutaré en Colombia, el único de los países taurinos que me faltaba por torear”, informó el guanajuatense, quien ha toreado ya en México, España, Francia, Portugal, Perú, Venezuela y Ecuador.
“Luego, el 21 de enero, en la Plaza México, en donde espero que la gente vuelva a disfrutar de mi toreo. Así que, para empezar el 2018, todo pinta bien”, afirmó Diego.
