Los Tigres regresaron ayer después de 17 días de vacaciones para encarar dos torneos, en los que podrían jugar hasta 31 partidos en sólo cinco meses.

El campeón de la Liga MX tendrá sólo 10 días antes de su primer partido del Clausura 2018 y a partir de febrero deberá compaginar el campeonato local con la Liga de Campeones de la Concacaf en busca de ganar su pase al Mundial de Clubes.

Fue otro diciembre de poco descanso para los felinos, como se ha vuelto una costumbre tras haber sido campeones de los últimos tres torneos de Apertura, el más reciente apenas el 10 de diciembre al ganar la Final Regia.

A diferencia de otros años, ayer se reportó todo el plantel, a excepción del técnico Ricardo Ferretti.

El Clausura 2018 arranca para los auriazules el viernes 5 de enero visitando al Puebla, en el primero de los cuatro partidos que disputarán en el primer mes del año. A partir de ahí, la carga de partidos sólo se hará más pesada para los dirigidos por el “Tuca”.

En febrero jugarán siete partidos, incluyendo dos por los Octavos de Final de la “Concachampions”.

En marzo disputarán seis partidos y tendrán un ligero descanso por la Fecha FIFA después de la Jornada 12 de la Liga MX.

Sin embargo, en abril podrían disputar hasta 8 partidos entre el torneo local y la Liga de Campeones de la Concacaf, en caso de avanzar a las Semifinales y la Final; ese mes lo cerrarán jugando el Clásico contra el Monterrey.

De esta manera, los Tigres jugarán 19 partidos, por seguro, pero podrían disputar hasta 12 más si llegar a la Final de cada uno de los torneos en disputa. La Liguilla del Clausura 2018 se jugará entre el 2 y el 20 de mayo.

Se avecina una dura prueba para un plantel que tan sólo el año pasado disputó 56 partidos entre Liga, Liguilla, Copa y Concachampions y que deberá soportar una carga similar desde inicios del 2018.

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