Amado Carrillo, alias “El Señor de los Cielos”, fue, por mucho tiempo, el hombre más buscado por México y los Estados Unidos. Su muerte es todo un misterio y se ha rodeado de múltiples leyendas donde se asegura que el cadáver que salió del quirófano no era del líder del Cártel de Juárez, rumor que tomó más fuerza cuando se buscaron datos sobre su autopsia.

Carrillo era descrito como un amante de las cirugías estéticas, adicción que aseguran le quitó la vida en 1997 cuando intentaba cambiar su rostro y de este modo evitar ser blanco fácil para las autoridades.

El 4 de julio de ese mismo año, a las 21:00 horas, se dio a conocer que se preparaba el cuerpo para el velorio del capo en su finca de El Guamuchilito en Navolato, Sinaloa.

Aseguran que el cuerpo sin vida salió a las 09:30 horas del mismo día en un vuelo hacia Culiacán, tras su muerte en el hospital Santa Mónica de la Ciudad de México.

Un  blog informó que personal de la Funeraria García López, encargada de trasladar el cuerpo a Culiacán, reveló que el certificado de defunción estaba a nombre de alguien más, Antonio Flores Montes.

Notimérica publicó en 2015 que el 3 de julio de ese año, en el nosocomio de Santa Mónica, ingresó un hombre de 42 años bajo el nombre de Antonio Flores Montes y que se decía oriundo del estado de Zacatecas. Investigaciones periodísticas aseguraron que sus direcciones eran falsas.

A Flores Montes se le realizó una liposucción y cirugía facial amplia ese día y 24 horas después fue declarado muerto de un ataque al miocardio según su acta de defunción del Registro Civil del Distrito Federal.

Los habitantes de la capital sinaloense murmuraban ese 4 de julio, dudaban del fallecimiento del capo y aseguraban era una artimaña para escapar de las autoridades, mientras la PGR aseguraba la muerte de Amado Carrillo.

Animal Político dio a conocer que a 17 años de la supuesta muerte del Señor de los Cielos se solicitó información sobre la autopsia del capo a lo que dependencias como la PGR, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, a la Subprocuraduría de Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), respondieron con que no se localizó ningún registro sobre el hecho.
 

Con información de El Debate

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