Hartos de asaltos, robos a casa habitación, cristalazos y robo de autopartes, por lo que vecinos del fraccionamiento Brisas del Lago bloquearon el paso a la colonia San Pablo.
Aseguraron que bandas de delincuentes afectan a más de tres mil 500 vecinos que viven en ese fraccionamiento en 16 clusters.
Víctor Hugo Zermeño Albejar, Arturo Hernández Padilla y Víctor Humberto Salazar Morán, intregrantes del comité de colonos, dijeron que están cansados de acudir a las autoridades y que no les hagan caso bajo el argumento de que el fraccionamiento no ha sido entregado al Municipio.
“Es verdad que el fraccionador no lo ha entregado al Municipio, pero de eso los colonos no tenemos la culpa pues nosotros pagamos puntualmente los impuestos prediales y no tenemos la seguridad que requerimos”, dijo Víctor Hugo Zermeño.
Los vecinos señalaron que no hay día en que no se registren robos a casas o negocios y asaltos a transeúntes, así como cristalazos a carros que se estacionan afuera de tiendas de autoservicio de la zona.
Señalaron que pidieron apoyo al apoyo al secretario de Seguridad, Luis Enrique Ramírez Saldaña, sin resultados.
Luego acudieron a la Dirección de Desarrollo Urbano, con la titular Teresita del Carmen Gallardo Arroyo, para solicitarle permiso para cerrar el bulevar Perdigón que comunica con la colonia San Pablo; aseguraron que ella los remitió a Tránsito Municipal y allí los atendió el responsable de Ingeniera, Juan Antonio Razo, pero no les han resuelto nada.
“Por ello el domingo nos vimos en la necesidad de colocar barriles de arena en los límites con la colonia San Pablo. Sabemos que no resuelve de fondo la inseguridad que se vive en la zona, pero por ahí escapaban los delincuentes en moto o en carro”, dijo Víctor Humberto Salazar.
“Cuando compramos las casas nos ofrecieron seguridad y tranquilidad y es lo que no tenemos. Los hechos delictivos están a la orden del día, y lo más grave y preocupante es que el fraccionador no se ha hecho responsable y no ha entregado al Municipio.
Agregó que en la colonia faltan espacios públicos, y el terreno de seis hectáreas, que era de donación, “el Municipio ya se lo cedió a un particular, que es donde iba a estar el lago. No se cuenta con áreas verdes”.
“Bulevares sin señalización, sin semáforos. Las patrullas en ocasiones entran. Tenemos dos grandes lotes de carros. Hay un cristalazo a carros todos los días”, añadió.
