Los dueños de negocios en la Zona Rosa reportan que han tenido pérdidas de 100 millones de pesos tras el sismo por no poder abrir.

Esa cifra corresponde solamente al dinero que han dejado de captar desde el 19 de septiembre, cuando no pudieron abrir más sus establecimientos.
Además, los comerciantes tienen que asumir gastos correspondientes al pago de rentas, mercancía perdida o dañada, así como salarios de los trabajadores.

“¿Eso quién lo paga? Si esto no se resuelve, la demolición de manera inmediata de esos inmuebles en riesgo, la Zona Rosa va estar peor de lo que ha estado los últimos años”, reprochó Alejandro Pacheco.
El presidente nacional de la Asociación Latinoamericana de Micro, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme) exigió que las autoridades realicen de inmediato los derrumbes de los edificios que impiden volver a abrir los negocios.

La Alampyme cuenta con 6 mil 300 agremiados en la Ciudad de México y, de ellos, más del 50 por ciento resultaron afectados por el temblor.
Aunque la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) ha otorgado a algunos apoyos por 2 mil pesos en una sola exhibición, el representante empresarial indicó que es insuficiente.
