Se llama Iván Rodríguez y no ha ganado nada. Juega de contención y no le ha ganado a nadie. Entrena con el primer equipo, juega con ellos también en Primera División; no lo hace mal, pero nada más.
Rodríguez es la enésima apuesta del León por su cantera, la misma cantidad de veces que han salido decepcionados.
“La Fábrica de Esmeraldas” puede presumir de trabajo, de mucho trabajo y bueno… tristemente no pueden presumir joyas. Muchos de los que han recibido la oportunidad no la han defendido como se debe y se han ido perdiendo.
Recientemente, Elías Hernández cumplió diez años como futbolista profesional. A sus 29 años de edad es referente no sólo del León sino de la Liga Mx y asegura que los jóvenes que reciben una oportunidad no buscan acercarse a la gente de experiencia, sienten que por haber debutado y entrenar con el primer equipo están del otro lado. Lamenta Hernández que él recibió no sólo consejos si no también regaños de sus compañeros. Mando dura, dijo textualmente.
En el caso de Rodríguez, figura sólo en la cancha durante los juegos del León. Poco se sabe de él fuera de ese contexto. Su trabajo es tan discretamente efectivo, gran virtud.
Jamás he cruzado palabra con él, a Rodríguez se le ve en los entrenamientos como un elemento más; a veces hasta se extravía corriendo entre sus compañeros, algunos de ellos con mucho trayecto, campeones locales e internacionales.
Para el próximo juego ante Xolos es altamente probable que repita en el cuadro titular. En este torneo ha jugado en diez partidos. Torrente le dio la oportunidad pero fue el Chavo Díaz el que lo ha sostenido. Fue la única modificación importante que realizó el estratega uruguayo que logró levantar al equipo.
Rodríguez debe tener cuidado de él mismo. El tiempo que lleva en el primer equipo apenas le alcanza para seguir siendo tomado en cuenta por Díaz pero lejos está de tener la cantidad de páginas que se requiere para decir que se ha consolidado. Hoy está más cerca del fracaso que de la consolidación de una carrera, no por falta de calidad, sino por el poco recorrido que tiene.
¿Cualidades? Claro que las tiene, pero ¿cuántos hemos visto como él?
¿Cuántos nos arrancan palabras de elogio y hacen que la mente jugué con escenarios futuros que sólo existen en un mundo idealizando lo perfecto?
El contención de 21 años debe entender que su carrera ni siquiera ha comenzado y que aunque ya es titular en este León, en esta versión del León, no le ha ganado a nadie y mucho menos ha ganado nada. Hay que recordárselo todos los días, que esa imagen sea la primera que se le venga a la mente cuando le tome por asalto cualquier idea de triunfalismo en su naciente camino por los campos del profesionalismo.
Rodríguez juega, no lo hace mal, eso nadie lo discute. Es una sorpresa, pero nada más.
Twitter: @pacovela
