El IMSS operó a 19 pacientes con tumor cerebral mediante una técnica que consiste en mantenerlos despiertos, para preservar la función del lenguaje y movimiento, y de esta manera detectar las funciones que están en riesgo.

Para atender los casos de tumores cerebrales, los cuales pueden alterar las funciones vitales y conexiones del cerebro, el Instituto brinda dos tipos de cirugías con paciente despierto.

La primera alternativa quirúrgica consiste en dormir al paciente e intubarlo con un dispositivo especial y, una vez que el tumor está expuesto, despiertan al paciente para explorar el área afectada por la protuberancia. Al terminar el mapeo, se aplica anestesia para cerrar tejidos.

La segunda opción médica la realizan sin intubación y bajo diversos grados de sedación al paciente, se ubica el tumor e identifican las zonas del cerebro donde las funciones pueden estar en riesgo.

En ambas técnicas, el cirujano estimula el cerebro aplicando corriente eléctrica limitada y regulada, mientras el paciente realiza una tarea dirigida por el neurosicólogo y anestesiólogo, detalló Bayron Alexander Sandoval Bonilla, médico del servicio de Neurocirugía del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI.

De acuerdo con la reacción del paciente al estímulo, se marca cada área funcional sobre la corteza cerebral.

El mapeo cerebral determina el pronóstico de vida, según el tipo de tumor. Si es benigno, en la cirugía se extirpa totalmente; si es maligno, el objetivo será reducir el tamaño del tumor para mejorar la calidad de vida del afectado.

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