Inflables y brincolines invaden la vía pública, principalmente los fines de semana, sin que alguna autoridad lo pueda impedir y a pesar del alto riesgo que representa para los pequeños de ser atropellados.

Por sólo 500 pesos de renta le pueden llevar un inflable o brincolín e instalarlo fuera de su casa, en plena calle.

“Se lo podemos colocar en la calle, como se hace en muchas celebraciones, pues dentro de las viviendas, que muchas veces son reducidas, no cabe”, dijo José Francisco Ornelas, quien renta inflables y brincolines para fiestas infantiles.

Señaló que la contratación de estos juegos es un modo y una forma de entretener a los menores, sin importar el peligro que corren.

El pasado 2 de junio una niña de ocho años murió al caer de un brincolín cuando se encontraba en su casa ubicada  en el municipio de Cortazar.

La menor fue trasladada a una clínica particular para su atención médica pero al llegar ya no tenía signos vitales.

Apenas el domingo 28 de mayo una menor de siete años sufrió un accidente al caer de un inflable que voló el viento en San Luis Potosí y que fue muy vista en redes sociales.

El director de Tránsito Municipal, Ricardo López López, señaló que dentro de la actualización del reglamento de su dependencia ya se contempla aplicar sanciones a quienes instalen estos broncolines o inflables en la vía pública, pero no se ha aprobado.

“Sí se requiere ya la actualización del reglamento para poder proceder. El problema se da los sábados y domingos cuando se llevan a cabo fiestas infantiles”, informó.

Francisco Arenas Hernández, director de Fiscalización, dijo que la dependencia sólo controla la instalación de juegos mecánicos, de acuerdo al reglamento, pero no de inflables o bricolines.

Explicó que para instalación de juegos mecánicos en la vía pública primero se debe contar con la autorización de Tránsito Municipal.

Pero el reglamento no contempla regular la instalación de inflables en la vía pública.

Este tipo de lagunas en la ley han generado que prolifere la instalación de inflables en pleno arroyo vial, sobre todo en colonias populares.

“El día que se sancione a los que rentan estos inflables, que no les importa instalarlos en la calle, se va a acabar el problema. Hay niños que han resultado lesionados al ser atropellados, y luego los padres de familia culpan a los conductores”, señaló el abogado José Antonio Morales.

Juan Antonio Hernández, un niño de cinco años, se rompió el brazo al caer en pleno arroyo de la calle al salir despedido de un brincolín.

“Los inflables requieren de instalación eléctrica y vigilamos que estén en buenas condiciones, que los cableados los tengan fijos, que estén ocultos de preferencia o pegados al piso”, comentó Salomón Ocampo Mendoza, director de Protección Civil.

“Pero además que estén anclados, las condiciones de peso como el soporte del contrapeso con agua, con arena o  mediante cuerdas o tensores”, señaló el funcionario.

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