“¡Y con el número 1, Jonathan Orozcooo!”, gritó el animador del Estadio BBVA Bancomer al presentar la alineación del equipo de Santos.
Si la lluvia se dejó sentir en el estadio, una de aplausos y gritos recibió el considerado mejor portero en la historia de Rayados.
Orozco, quien jugó con el Monterrey del Apertura 2005 al Apertura 2016, 11 años y medio, ya había advertido que respetaría la manera en la que la afición que tanto lo apoyó lo recibiera. Y como fueron aplausos, lo agradeció.
La noche pintaba emotiva no sólo por el regreso de Orozco a su tierra para medirse a La Pandilla, si no por dedicarlo a los fallecidos en el terremoto del 19 de septiembre.
Como se hizo en los otros juegos de la jornada, se dedicó un minuto de silencio por los fallecidos en el sismo con los jugadores intercalados y levantando el puño derecho, para después entonarse emotivamente el Himno Nacional.
Se tenía planeado que al minuto 19 se brindarán 60 segundos de aplausos aplausos por las personas que han ayudado a rescatar víctimas del terremoto, pero eso no pudo darse al frenarse el partido por la lluvia al 13′.
En otra señal de unión nacional, los Rayados portaron en sus dorsales con los números impresos en verde, blanco y rojo.
“Gracias a todos por sus aplausos, lástima que no se pudo jugar el partido, nos veremos en otra fecha”, tuiteó Orozco a las 22:09 horas, aunque oficialmente quedó suspendido 23 minutos después.
Así la lluvia enmarcó el primer enfrentamiento de Orozco contra el Monterrey en tierras regias.