Algunas familias suelen tener tradiciones muy peculiares, como la de Jenny Hirt que ha usado el mismo vestido por varias generaciones desde 1950.

Las mujeres de la familia han usado un vestido amarillo con púrpura para su primer día de kínder desde que la bisabuela de Jenny lo cosió en 1950.

La prenda fue bordada por su abuela para su tía Martha, y desde entonces ha pasado por varias mujeres para su primer día de escuela.

Sin embargo, el vestido ha sufrido ligeros cambios, pues cada niña le ha impreso su sello.

La última en usar la reliquia fue la sobrina de Jenny, Silvie, y se convirtió en la decimonovena.

Jenny dijo que aún faltan tres niñas de 2, 3 y 4 años que están próximas a seguir con la tradición de la familia.

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