Llegó cuando nadie quería venir al León, cuando en México los centros delanteros nacionales como Miguel Sabah y Carlos Ochoa, en el ocaso de sus carreras, les dijeron que no a Gustavo Matosas y a Jesús Martínez. Claro, ya sé, Sabah sí llegó a jugar para el León, pero cuando ya no tenía más para donde hacerse y no cuando más lo necesitaba la Fiera.
Cuando Pachuca se le adelantó al León para llevarse a Abraham Carreño y sólo pudo conseguir a Othoniel Arce.
Ahí apareció el delantero argentino. En su momento Mauro Boselli apostó por el equipo que apostó por él. El goleador necesitaba un bandera que defender y el Club León un delantero.
Así llegó el Matador de Barracas, el mismo que debutó en Boca y donde un tal Martín Palermo le tapó el paso… como otros tantos. El mismo Boselli, que con Estudiantes de la Plata tocó la gloria con las manos y con sus goles lo llevó a salir campeón en la Argentina y de la Copa Libertadores; y con un tanto de él estuvieron a punto, a un par de minutos de derrotar en la final del Mundial de Clubes a la mejor versión del que en su momento era el mejor equipo del mundo, el Barcelona.
En ese tiempo, Europa se le negó a Boselli y a México llegó sólo con un buen pasado, pero con presente desconcertante y con un futuro de incógnita. La misma que orilló a sus empleadores a presionarlo, poniéndole una cuota de goles mínima para cumplir ciertas cláusulas en su contrato.
Debutó en la Copa MX y desde su debut no ha dejado de anotar. La cuota que le exigían terminó reducida a una anécdota. Mauro Boselli ya pertenece a la historia más grande del León; no es héroe del ascenso, pero sus goles ayudaron a consolidar la vuelta con títulos de liga y títulos de goleo individual.
Su oficio, anotar goles. 99 hasta ahora con el León. Es de esos jugadores de una raza distinta.
Y aún me pregunto, ¿por qué no se fue del León?, ¿por qué no aceptó los cañonazos de dólares de Monterrey?, ¿por qué nunca se dejó seducir por las propuestas de Mohamed?, ¿por qué con Tigres nunca quiso sentarse a negociar?, ¿por qué desestimó la oferta del Cruz Azul?
Y más me sorprende aún que haya dejado ir la oportunidad de jugar en el América. Dinero, no creo. Mal no debe ganar, pero jamás las cifras que le ofrecían fuera de los Panzas Verdes.
Si no hay distancia no hay perspectiva. Aplausos para los que disfrutan del momento que vive Boselli en el León y para los demás, habrá que esperar un tiempo, algunos años para que se den cuenta lo que han dejado de apreciar; un jugador de época para esta institución, un jugador que de oficio es goleador.
Twitter: @pacovela
