Para comprobar el cumplimiento de las normas preventivas en la mayoría de los bares de la Madero y Calzada de los Héroes, am estuvo en cuatro muy concurridos. En los dos primeros había sobre cupo, entre 11 de la noche y 1 de la mañana. En antros con segundo piso, los jóvenes se divierten en cualquiera de las plantas sin importar el riesgo de un derrumbe.
Por ejemplo, en uno ubicado casi frente al Templo Expiatorio, de tres plantas, a las 11:30 de la noche en su tercer piso, había más de 200 personas mientras que su capacidad autorizada es de 180.
En la primer y segunda planta, los jóvenes toman, comen o bailan..
Las escaleras para subir al segundo y tercer nivel son estrechas, apenas caben dos personas de complexión mediana en cada escalón.
Otro bar que se encuentra a un costado del Arco de la Calzada, tiene una capacidad de 124 personas, pero am corroboró una noche de la semana pasada que había al menos 170. Este lugar cuenta con dos plantas, abajo se puede bailar y hay mesas, arriba hay mesas, poco espacio para bailar y la barra. Solamente hay un extintor a la vista.
Otro antro de la calle Madero mide 20.2 metros de frente y alrededor de 25.2 de fondo y tiene una capacidad permitida de 950 personas. Además, los bares no respetan los niveles de música o sonido autorizados por la Dirección de Gestión Ambiental, que de 6 de la tarde a 10 de la noche es de 55 decibeles y de 10 de la noche a 6 de la mañana, de 50
En los visitados se registraron entre 85 a 90 decibeles después de las 10 de la noche.
Y respecto a las estructuras de estos establecimientos, debido a que se trata de casas antiguas adaptadas como bares, muchas presentan paredes cuarteadas o con otras fallas.
Más barato pagar multa que arreglar el problema
El director de Gestión Ambiental, Ricardo de la Parra Barnard precisó que de enero a la fecha junto con otras autoridades como Desarrollo Urbano, Protección Civil y Fiscalización llevan 58 operativos realizados sobre las calles Madero y Pedro Moreno.
Y como resultado de estos, tan solo esta Dirección ha clausurado 7 fuentes de sonido.
“Vamos sobre el ruido, lo primero que hacemos es medir los decibeles, si vemos que están arriba de los cincuenta después de las diez de la noche, los invitamos a que le bajen un poquito, para eso hemos concretizado a 31 bares que sí nos han hecho caso. Tenemos ahorita siete bares clausurados”, precisó de la Parra.
Aceptó que arriba de los 80 decibeles es un ruido ensordecedor y que es el volumen que normalmente se encuentra en la zona. Indicó que se les hace hasta 3 llamados antes de tomar una medida más extrema, además de que las multas van desde los 2 mil 500 pesos hasta 4 mil o 10 mil pesos, pero algunos propietarios prefieren pagar la multa antes de bajar el volumen del sonido que tienen.
“Lo que sí tenemos es varias denuncias, la gente está denunciando bastante, en base a eso tenemos localizados a unos que los consideramos como focos rojos”, añadió.
Dijo que de enero a la fecha van 72 reportes de ciudadanos que viven en la zona y que se inconforman por los altos volúmenes.
“Estamos trabajando para tener un control más estricto de cómo manejarse la Madero, no es grave, estamos llegando a controlar la situación”, concluyó.
‘Hay riesgo de que se caigan’
El director de Protección Civil (PC), Salomón Ocampo dijo que es preocupante que bares, antros y restaurantes, no respeten el cupo autorizado. Son casas muy viejas y se pueden venir abajo las estructuras. Los dos que tienen salida de emergencia ni siquiera podrían usarla porque las usan para carga y descarga.
“Nos hemos encontrado que hay cajas, hay obstáculos, cualquier cosa ahí porque son realmente pasillos o puertas que utilizan para servicio, esto es grave, que no se esté respetando dejarlas libres”, señaló Ocampo.
Agregó que muchas casas catalogadas como monumentos históricos por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, no pueden modificarse en su estructura para hacer una salida de emergencia. A estos se les permite establecer como salida de emergencia también el acceso aunque en la mayoría es reducido o está obstruido con cadenas.
“Se tuvo una reducción de los aforos de todos, porque veíamos esa condición, al no tener la infraestructura como quisiéramos por tratarse de casas catalogadas por el INAH y porque los propios lugares no te dan oportunidad de generar una salida de emergencia.
“Aunque pueden ser los mismos accesos, hemos reducido entre un 20 y 40% la cantidad de gente permitida”, precisó el Director.
El problema es que los propietarios no cumplen.
“Sí hay un riesgo de que se pueda caer si se sobresatura una estructura, no vamos a mentir, si puede haber un riesgo. Está un riesgo inminente cuando se cambia el uso a un lugar que estaba destinado para otra cosa y es modificado”.
Ocampo señaló que el crecimiento de la actividad en la zona le parece magnífico, pero que igual han iniciado procedimiento contra algunos establecimientos que no están tomando las medidas necesarias, sobre todo en la cuestión del aforo.
