Javier Torrente inició el Apertura 2017 enojado. Una goleada por 3-0 no es motivo para una cara amigable.
La escuadra esmeralda no pudo contener el ataque rojinegro y pese a tener la idea de ser superior, la realidad es que León no convirtió sus oportunidades.
“El rival golpeó en los primeros minutos y eso le facilitó. Luego de absorber el gol, al minuto veinte el equipo se acomodó y tuvimos para el empate, pero no convertimos”, explicó Torrente.
“Al segundo tiempo tuvimos la jugada del empate y luego en el penal y la expulsión termina de volcarse el partido, porque ya el rival pudo administrarse. Me parece que la diferencia de marcador es más alta de lo que se muestra, pero deberemos hacer conciencia de que no nos pueden convertir tan fácil”, añadió.
Alistan
reclamo
La sensación de impotencia ante jugadas con tarjeta volvió como en la temporada pasada, esta vezcon Diego Novaretti, quien salió expulsado, según Torrente, de forma injusta.
“Era una falta normal que no era expulsión, (el árbitro) se equivocó, la regla cambió y si hubiese tenido que corresponder, era sólo tarjeta amarilla, es demasiado castigo”, comentó con tono de voz alto.
“Novaretti es un jugador de experiencia, tiene mentalidad y está seguro de sí mismo, es centrado y esperamos apuntalar el momento y lograr que pase esta etapa complicada”, dijo.
La protesta ante la Federación será impuesta por parte del club en el transcurso de la semana, a la espera de limpiar el historial de Diego, quiendesde el semestre anterior fue uno de los “chicos malos” en la defensa.
“Teníamos equipos para llevarnos el partido, el resultado es un golpe duro”, finalizó Torrente.