A unque a la Selección Mexicana le basta con un empate para clasificar a las semifinales de la Copa Confederaciones, el triunfo sería tal vez lo más adecuado después del “papelón” contra Nueva Zelanda. 

Bien dicen que de las derrotas se aprende más que de los triunfos, y aunque el Tri no perdió en su segundo partido de la competencia, este duelo sin duda fue el que más enseñanzas le dejó al cuadro azteca previo al duelo de hoy y con el que cerrará la fase de grupos.

Frente a ellos tendrán a Rusia, el equipo anfitrión y el que con solo tres puntos, necesita el triunfo de manera urgente para acceder a la fase de semifinales. Un factor que podría jugar en contra del conjunto mexicano.

Ante los dirigidos por Stanislav Cherchesov, la zaga tricolor no puede permitirse ningún fallo o desatención como contra Portugal y Nueva Zelanda, pues aunque logró resolver ambos duelos, tanta suerte no puede llegar por tercera vez.

Desafortunadamente, y debido a las lesiones, Juan Carlos Osorio se verá obligado a hacer un par de modificaciones (además de las tácticas que tenga planeadas) en la defensa, pues ni Carlos Salcedo y tampoco Héctor Moreno estarán disponibles.

Ante Rusia, la Selección Mexicana estará jugando su tercer partido desde 1992 (de acuerdo a estadísticas de la FMF), aunque no suma ningún triunfo con esta selección como rival.

Ambos enfrentamientos han terminado con saldo negativo para el Tri que perdió 2-0 en el primero, y 4-1 en el segundo; a esta estadística se suma otro detalle, pues México nunca ha derrotado a un equipo europero en esta justa.

Estos números, aunado a que es el anfitrión, podrían poner a Rusia como favorito para el juego de hoy, aunque México, que ya fue campeón de Confederaciones, ha demostrado que cuando sus elementos logran un buen entendimiento, son capaces de darle la vuelta a cualquier marcador.

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