En el futbol también existen esas zonas erógenas que te hacen llegar al orgasmo como aficionado, sobre todo cuando tu equipo gana, gusta y golea. 

Son tres puntos G que imprimen confianza, y no se diga alegría, hasta en las circunstancias más adversas que se puedan presentar en un partido o en todo un torneo.

El León ha cosechado 13 puntos de los últimos 15 disputados, producto de cuatro triunfos y un empate, mismos que lo tienen en zona de Liguilla a un punto del último sitio reservado para los finalistas. En una palabra, vive.

Si bien los resultados generales le dan su buena cara al cuadro de Javier Luis Torrente y lo ubican como décimo lugar en la tabla, siguen en el dime y el direte las formas de jugar del León por encima de los fondos.

A excepción del duelo contra Veracruz, La Fiera ha ganado siempre en este campeonato por la diferencia de un gol y en sus últimos dos partidos, ha sudado auténticamente sangre para sacar la victoria, jugando una gran parte en su terreno, con cambios forzados por las lesiones y castigos, sacando agua del pozo, metiendo un camión en el área y pidiendo la hora para el fin del juego. 

Es aquí donde llegamos a esa zona de discusiones con preguntas lanzadas al aire sobre si merece  el León calificar jugando como lo ha hecho o si es bueno entrar a la Liguilla en el octavo sitio, siendo esto último un consuelo sólo para algunos.

Las respuestas a estos cuestionamientos serían que para una Liguilla importa más la racha con la que llegas y que como octavo lugar también puedes coronarte, así ya le pasó a la misma Fiera. 

No podemos evitar el decir que se califique o no, deberá haber cambios trascendentales al interior del Club León con una renovación medular.

El León no gusta, es una realidad, pero ya gana, que también es una realidad.  En el León hay jugadores que no dan para más, pero también es evidente que hay otros que se están echando el equipo a los hombros y lo están sacando a flote, aunque de estos se cuenten con los dedos de una mano.

En el futbol, como en las relaciones, puedes ir de capricho en capricho. Primero se pide no perder como al hecho de tener, luego a ganar como al hecho de cumplir, enseguida obligas a gustar como al hecho de gozar y terminas por exigir una goleada como al hecho de extasiar.

De tener a su afición en un pleno abstencionismo de euforia, el León ahora puede presumir que ha sensibilizado a los suyos con tan sólo pulsar un punto G, el de ganar, con la mejor suma de puntos para un equipo en los últimos cinco partidos. 

El tiempo se acaba, no tiene caso lamentar los puntos que se dejaron en el camino y a falta de dos jornadas por celebrarse, el rango para la imperfección no existe, por mínima que esta fuere.

Los jugadores de La Fiera se jugarán Liguilla y contratos en las últimas dos citas, contra Chivas  y Cruz Azul, en las que deberán emplearse apasionadamente en busca de la gloria de calificar o mínimo, de discutirse en el intento.

El León por ahora es un amante que no lleva al éxtasis con su futbol y que ha provocado un tanto de placer con los resultados, pero con esto, produce ilusiones de que la siguiente noche podrá ser mejor.

Facebook: Geras Lugo Deportes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *