Javier Torrente no fue el primero (y quizá no será el último) en ligar ocho partidos sin victoria dirigiendo a La Fiera, aunque los tres empates conseguidos ante Monterrey, Santos y América, evitaron que esta fuera la peor racha desde 2012.
En tres ocasiones desde el regreso a Primera División, León ha vivido la penosa experiencia de sumar ocho jornadas consecutivas sin sumar de a tres puntos, y aunque pareciera que la de 2017 es la peor racha en los últimos cinco años, la obtenida por Juan Antonio Pizzi fue un poco más desastrosa.
Ocho partidos sin ganar, seis derrotas (dos por goleada) y dos empates, fueron los resultados conseguidos por el timonel argentino en su primer torneo al frente del conjunto verdiblanco, y con los que desafortunadamente sentó un precedente en cuanto a rachas negativas se refiere.
Y es que conseguir solo dos puntos en ocho partidos, parecía algo que no podía emularse; hasta la llegada de Torrente y la aparición del que tal vez es el torneo más complicado para La Fiera tomando en cuenta hasta lo extracancha.
Con el triunfo del sábado ante Tigres, León cortó una racha de ocho partidos sin victoria, lapso en el que perdió cinco juegos y empató tres que colocaron esta negativa seguidilla, en la segunda posición de la lista de mayores rachas sin victoria.
Sin embargo estos dos timoneles, ambos argentinos, no han sido los únicos en sumar esta cifra de partidos sin triunfo, pues Gustavo Matosas fue el primero en conseguirla e incluso en dos ocasiones en la misma campaña.
En el Clausura 2013, Matosas ligó primero seis partidos sin ganar (jornada 1 a la 6) y posteriormente, sumó ocho duelos sin sumar tres puntos (jornada 8 a la 16), aunque allí consiguió cinco empates que beneficiaron la puntuación.
