Decenas de colonias en la ciudad han optado por limitar sus accesos por los hechos delictivos que les aquejan, las autoridades no aprueban esta medida pero sus habitantes han constatado que es efectiva.
Hace poco más de dos semanas la titular de la Dirección de Desarrollo Urbano, Teresita del Carmen Gallardo, informó que desde 2013 casi 60 colonias han presentado solicitudes para cerrar sus vialidades.
Parte de estas demandas se han resuelto con conciliación, pero ni la Dirección de Desarrollo Urbano ni la Secretaría de Seguridad Pública municipal pudieron informar de qué colonias se trata.
Ponen reja sin permiso
Al norte de la ciudad se ubica el fraccionamiento Valle de los Naranjos, establecido hace poco más de 13 años.
Desde hace cinco ahí vive Adriana Gómez, y la inseguridad la llevó a decidir formar parte del comité de colonos.
“Me llegaron a asaltar a mí y a mis hijos, aquí luego, luego. Abrieron casas a plena luz del día, camionetas de lujo y quien sabe cómo le hicieron que la casa tenía cámaras para abarcar todo afuera y se borró todo”, narró.
Cinco meses atrás los vecinos decidieron cerrar los cuatro accesos de esta colonia, pero solo en uno se instaló una reja, aunque esto provocó rencillas con habitantes de una colonia aledaña.
La inseguridad bajó, y ahora pretenden cerrar hasta la última calle aunque el Municipio no se los permite.
“Estamos en un proceso con el Municipio por eso de que no nos quieren dejar cerrar. Estamos esperando a que cualquier momento vayan a venir a quitarla (la reja), estamos conscientes.
“No toda la gente estaba de acuerdo, generalmente eran los que vienen a rentar, pero de a poco se fueron acoplando y vieron el beneficio que hay”, narró la vecina.
Recordó que una vez se instaló una caseta móvil de Policía, “pero nomas una semana estuvo y no la volvimos a ver”.
Ven medida eficaz
Colinas de Plata se ubica en el norte de León, sus primeros habitantes llegaron hace casi nueve años, entre ellos Laura Aguilera, quien ahora es representante de este fraccionamiento.
Hace unos meses decidieron dejar solo un acceso para reducir la inseguridad, lo que les ha resultado eficaz.
“Eran asaltos a cualquier hora del día. Señoras, niños, no miraban a quien”, recordó.
Los robos de celulares y carteras eran frecuentes. “Era una cosa insoportable. Se decidió tomar esta medida, porque ¿qué teníamos que esperar? Hubo señoras arrastradas, chicas navajeadas, a una le encajaron la navaja en la mano por asaltarla”.
El robo a casas habitación también se tornó en un problema grave, pues además de que los ladrones arrancaban protecciones de ventanas y puertas “hasta boquetes hacían en las casas, o escarbaban túneles para entrar”, aseguró.
Indicó que detectaron a personas tomando fotografías de viviendas, y mes con mes se daba al menos un día en el que robaban mínimo en dos casas.
En octubre los vecinos dejaron solo un acceso para vehículos y otro para peatones, dos calles se cerraron con malla ciclónica y se contrató seguridad privada.
Desde el cierre de la primera calle, Colina de Jade, “se empezó a notar el cambio. Como éramos la única colonia abierta en la zona éramos más fácil víctimas”.
Desde el primer día en que se controló el acceso los vecinos notaron la diferencia.
Tomaron la decisión de cerrar porque la vialidad no era una zona de paso para otras colonias, y “eso fue lo que nos facilitó tomar este tipo de control”.
“Nomás porque no se nos ocurrió tomar vídeo. Se acercaban carros y se detenían y regresaban al ver el control de acceso.
“Hemos solicitado por medio de oficios a Desarrollo Urbano la autorización para tener este control en nuestro fraccionamiento, pero francamente no nos lo otorgaron, que porque la ley no permite esto y que el derecho libre y no sé qué tanto. Les dijimos que estábamos conscientes, pero aquí ya no entra libre tránsito, porque sólo entran los mismos que vivimos aquí”, narró Laura Aguilera.
“Buscamos la manera legal de hacer las cosas bien, como deben de ser, pero por parte de los vecinos ya había desesperación”, dijo.
La inseguridad los rebasa
El fraccionamiento Real Providencia se empezó a poblar hace alrededor de 25 años, desde ese entonces María Elena Zapata ha habitado en él y actualmente es presidenta del comité de colonos.
Comentó que el fenómeno de inseguridad tiene varios años, pero desde hace dos los asaltos y robos se tornaron mas violentos. Armas navajas, picahielos e incluso machetes han sido usados para lesionar a quienes se resitieron a robos y ha habido fallecidos.
Aseguró que “ya ha habido varias amenazas de parte de los vecinos” para cerrar las calles de esta colonia de 67 cuadras con mil 250 predios, pero las autoridades lo han evitado.
Sin embargo siete calles comprendidas entre Hilario Medina, Saturno y Linaje están cerradas en el extremo que da a un baldío y a la parte lateral de la tienda Bodega Aurrerá.
El secretario de Seguridad, Luis Enrique Ramírez Saldaña, ha mencionado que Real Providencia es de las colonias con más botones de alarma, lo que los vecinos encuentran eficaz, sin embargo “la inseguridad ya rebasa todo”, explicó María Elena Zapata.
Comentó que desde 2001 se ha buscado la instalación de cámaras de vigilancia del Municipio en las calles de esta colonia, pero el año pasado se les indicó a que esto sólo sería posible si ellos mismos las pagaban.
La colaboración con las autoridades continúa, los habitantes tomaron medidas de protección como usar silbatos para alertar de ilícitos o incluso tomar cursos sobre prevención de delitos, pero la inseguridad es mayor.
Las intenciones de los vecinos por cerrar calles con barriles con concreto, rejas o malla ciclónica continúan, pero por ahora están en pausa.
Limitan en Manantiales el paso con barriles
En la colonia Manantiales, ubicada en las márgenes del bulevar Hilario Medina, no se ha llegado a un acuerdo para el cierre total de vialidades.
Esta colonia se creó hace casi 13 años, dijo Catalina Uribe, y desde hace cuatro los asaltos se volvieron una constante.
Los vecinos decidieron limitar el paso, de los cuatro accesos uno tiene un enrejado y en otro se han instalado barriles rellenos de concreto.
“Hay controversia, porque del arco hacia el sur los vecinos quieren que se cierre para que quede solo el arco, pero otros no quieren. Hay esa división entre los que sí quieren y no, es bastante”, admitió Martín, esposo de Catalina.
El límite hasta ahora establecido “sí nos beneficia pero necesita estar más controlado, es cuestión de ponernos de acuerdo”, comentó la vecina.
Usan redes sociales como herramienta
Whatsapp se ha vuelto una herramienta útil para prevenir delitos.
En Valle de los Naranjos “todo el fraccionamiento estamos (en el grupo), cualquier cosa luego, luego nos avisamos. Cuidado con esto o con lo otro”, comentó Adriana Gómez.
En Colinas de Plata también integraron un grupo de apoyo.
“Nos empezamos a organizar y personalmente nos fuimos a la mayoría de las calles a integrar grupos por cuadras y otro para todo el fraccionamiento. Y no es con finalidad de cotorrear o algo, sino solo temas de seguridad y urgencias”.
Una ventaja que han visto los vecinos de esta colonia es que tienen contacto con el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, que además de atender reportes confirma la legalidad de vehículos o antecedentes penales de personas que se detienen.
En Real Providencia además de Whatsapp usan Facebook u un correo electrónico.
