Según datos del Fideicomiso del Fondo de Supervisión Auxiliar de Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de Protección a sus Ahorradores (Focoop), se encuentran registradas 624 sociedades a nivel nacional, de las cuales solamente 86 cuentan con autorización. 
A decir de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) lo primero que se debe tener en cuenta es si la Sociedad Cooperativa de Ahorro y Préstamo (mejor conocida como caja de ahorro), está o no autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). 
Para evitar caer en cajas inseguras, recomiendan investigar sobre la seriedad y antigüedad de la caja; preguntar si cuenta con un fondo de protección al ahorro; no dejarse sorprender por publicidad engañosa. Desconfiar si ofrecen altas tasas de interés. Evitar depositar todo su dinero en la caja de ahorro, comparar opciones y leer bien el contrato antes de firmar.
Por su parte los ‘focos rojos’ que se deben tener en cuenta, asegura la Condusef, son que existe un administrador único o “dueño”, ofrecen tasas de interés superiores al 10% anual, aparecen de un día para otro y no dan copia del contrato.
“Los dos tipos de Sociedades autorizadas, que además cuentan con un seguro de depósito para proteger el patrimonio de sus ahorradores (similar a los bancos), son uno de los mejores medios para promover el uso de servicios financieros formales por parte de grupos vulnerables o excluidos, principalmente para las personas de bajos ingresos, las mujeres y/o los micronegocios”, dice la Comisión de Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.

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