Aunque una lesión lo alejó del futbol profesional, lo acercó a una labor muy distinta pero igualmente satisfactoria: la formación; misma que a Freddy Morales, coordinador de la escuela filial del Club León en Acapulco, le ha dejado muchas enseñanzas.
“El trabajo que realizamos tiene ya 20 años, hemos formado tanto jugadores amateur como profesionales, es una labor muy bonita porque nos gusta que el futbol deje una enseñanza en los niños y jóvenes, es un trabajo arduo pero vale la pena”, dijo Morales, quien jugó profesionalmente en Pumas, Puebla, Veracruz y Acapulco, este último en Primera A.
La participación de los representantes del estado de Guerrero en la III edición de la Copa León, pese a las más de 10 horas de viaje, ha dejado buenos dividendos, pues de los cinco equipos que participan, tres pasaron a la siguiente ronda.
“Esta es nuestra primera Copa en León, habíamos participado en otras pero es la primera vez que venimos aquí, nos gustó mucho la organización y esperamos venir en los años que siguen, traemos cinco equipos de los cuales tres ya pasaron a la siguiente ronda”, aseguró Morales.
Y si bien el tener la posibilidad de seguir luchando por el campeonato de la categoría es algo que ilusiona a cualquiera, el coordinador de la filial aseguró que ni por un trofeo cambiaría el haber observado los rostros de sus niños cuando entraron ayer por la tarde al Nou Camp.
“Me quedo con recuerdos muy bonitos, ver la felicidad en la cara de los niños, su alegría cuando entraron al Estadio León es algo que vale más que mil trofeos, es una ilusión de ellos y tuvieron la oportunidad de vivirla, ese es mi mayor pago, la alegría de los niños”, aseguró.