La Dirección de Desarrollo Urbano autorizó la construcción de la recicladora en Lagunillas, cuyos trabajos fueron suspendidos desde noviembre de 2014 por una serie de irregularidades.

Al final de la pasada Administración (de última hora) el entonces director de Gestión Ambiental, Fidel García Granados, autorizó el permiso de impacto ambiental y sólo era cuestión de que Desarrollo Urbano retirara los sellos de clausura.

Juan Alonso Martínez Ávila, apoderado legal de la empresa, logró que Gestión Ambiental les otorgara la autorización y que Desarrollo Urbano diera un permiso de “ampliación” de la obra.

Desde hace más de una semana se reiniciaron los trabajos de construcción al contar ya con el permiso número 2016/9-179693 de Desarrollo Urbano,  a nombre de la constructora Inmobiliaria Castell, S.A. de C. V., con vigencia hasta el 25 de febrero de 2017; es decir, tendrán más de un año.

Desde noviembre de 2014 el proyecto a cargo de la Inmobiliaria Castell, y cuyo propietario es Rubén Valdez Osorio, de San Miguel Allende, estuvo suspendido en la comunidad de Lagunillas.

La constructora solicitó a la Dirección General de Desarrollo Urbano la asignación de uso de suelo para Industria de Intensidad Alta (I3) para el terreno ubicado en la carretera León-Lagos No.3591, en los predios Los Potreros del Llano y El Pino, en Lagunillas. 

Al tratarse de esta modificación y atendiendo al Código Reglamentario de Desarrollo Urbano para el Municipio, la petición fue turnada al Instituto Municipal de Planeación (Implan) el 12 de agosto de 2014. 

Ocho días antes, el cuatro de agosto, el apoderado legal de Castell ingresó a la Dirección de Desarrollo Urbano la solicitud para obtener el permiso de uso de suelo para establecer una recicladora; lo hizo sin tener primero la asignación, por lo que se le suspendió la obra. 

José Ángel García Mora, dirigente del Instituto Nacional de Recicladores (Inare), señaló que a pesar de las irregularidades se pudo otorgar el permiso, no así a recicladoras pequeñas que no han podido obtener autorización de regularización y han sido rechazadas por las autoridades municipales.

Se estima que hay por lo menos 350 centros de acopio de basura que no es basura que están abandonados a su suerte y temen que estos grandes centros de reciclados tengan el aval para que se conviertan en centros de transferencia.

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