En el marco del aniversario XXI del Circulo Cultural Irapuatense, se llevó a cabo una ceremonia de homenaje póstumo a su fundador Rubén Pérez Vargas.
Rubén Alfredo Pérez Batalla, primogénito de Rubén Pérez Vargas, recibió por parte del Círculo Cultural, la presea del “Marquitos”, reconocimiento que el mismo Rubén creo para las personas de gran trayectoria en el medio cultural.
A un mes de su partida, amigos y familiares se dieron cita en el museo de la ciudad donde se realizó el homenaje y recordaron los buenos momentos que compartieron con el gran amigo Rubén.
Durante la ceremonia, personas cercanas a Rubén dieron unas palabras y recordaron su amistad, así como toda su trayectoria en el medio cultural y personal.
Uno de los amigos más cercano, el sacerdote Armando García Ojeda, dio unas grandes palabras y recordó su infancia al lado de Rubén así como cada momento inolvidable que vivieron en la juventud, al finalizar interpretó melodías que gustaban a Rubén como: “Cuando un amigo se va”, “Jacinto” y “La Distancia”.
Fue por un lapso de más de una hora recordaron a este gran personaje que sin duda dejo una marca en la ciudad y en la comunidad cultural.
Rubén, fue el primer director de la Casa de la Cultura de Irapuato y fundó varias casas de cultura como la Casa del Arte, actor, director y amante del teatro, participó y dirigido grandes obras en la ciudad y fuera de ella.
Durante su estadía en la ciudad de Guanajuato, creo la primera Estudiantina en la ciudad y participó en varias obras que se presentaron en el Festival Internacional Cervantino.
Para finalizar, la distinguida cantante; Amalia Macías, interpretó para su amigo Rubén, varias canciones que compartían juntos y una de las canciones favoritas, “Urge”.
Para despedirlo, todos sus amigos y varios de los asistentes interpretaron con todo el corazón el tema “Tierra de mis amores” a una sola voz, sólo para decir… “hasta pronto amigo”.
