Cuando tenía 23 años de edad, Jimmy Osorio Vara rondó las filas del equipo Reboceros de La Piedad en Segunda División, escuadra que a la postre le tomaría mucho cariño en su corazón.

Con un pasado gitano, el joven antes había militado en otros equipos del estado de Morelos, de donde es nativo, como en Oaxtepec donde jugó para las fuerzas básicas del Zacatepec en la temporada 86-87; posteriomente jugó para Loros de Ciudad Valle.

Jimmy Osorio, pese a no ser un elemento ni espigado ni corpulento, tenía la habilidad de ir bien a rematar por arriba, ofrecía seguridad y tenía cualidades para conducir la pelota; estas cualidades lo hicieron destacar en sus equipos.

En San Luis también jugó un tiempo para un equipo de tercera división para luego emigrar a Zacapu donde tuvo contacto con jugadores de origen piedadense, como eran Marco “Gallo” Galván y Juan Manuel “Gena” Ríos.

“Me acuerdo que entre Linces de Zacapu -que dirigía Gena Ríos- y Reboceros de La Piedad, se jugaban algunos juegos interescuadras y ahí, poco a poco, me fui dando a conocer por mi manera de manejar la pelota”, narró Jimmy Osorio.

Un primer intento que no resultó

El destino le impidió a Jimmy ser parte de una de las campañas más tristes de Reboceros de La Piedad, que entonces dirigía Héctor Pulido. En la temporada 83-84 el equipo auriazul descendió de Segunda A a Segunda División B.

“Cuando le pedí la oportunidad de jugar en Reboceros a Héctor, no me aceptó y tuve que elegir por jugar en Tercera con el Jabalíes Cabadas”, explicó Osorio Vara.

Con el paso del tiempo, el no haberse quedado en Reboceros fue mejor para él. Héctor Pulido llevó a la escuadra de casa a una categoría inferior en Segunda División Nacional y el destino llevó a Jimmy al otro equipo de la ciudad, de Tercera División.

En ese plantel del Cabadas, el profesor Gena Ríos y Gerardo Galván le abrieron las puertas. La experiencia allí ganada le sirvió para que Reboceros lo llamara en poco tiempo. 

“En la campaña de 1993 Reboceros me dio la oportunidad de jugar en Segunda División…para mi fortuna debuté en mi propio estado, en Morelos, contra el Cuautla en un partido que La Piedad ganó 1-0”, agrego Osorio.

Aunque sus características eran ofensivas, con los michoacanos, jugó más bien como mediocampista debido a su velocidad; en ocasiones se veía por el extremo derecho, siendo uno de los jóvenes que se ganó un lugar en la escuadra piedadense.

Lo busco Querétaro

Durante los años 90, los clubes profesionales comenzaron a apostar por los jóvenes, así que el hecho de que Gallos Blancos del Querétaro haya buscado a Jimmy, significó para él un gran halago. Sin embargo, el gusto duró poco pues la transferencia no se concretó por lo caro de su carta.

Siguió en las filas del conjunto de casa poco tiempo, ya que más adelante emigró a los Estados Unidos, donde actualmente radica. Aunque no se dedica más al futbol, Jimmy sigue comprometido en el mundo del futbol, pues ahora se dedica a buscar talentos jóvenes.

“Actualmente estamos trabajando un proyecto para el Club Monarcas Morelia, la idea es ir a los campos amateur y buscar nuevos talentos para aquel equipo en México, entonces estamos contentos por lo que nos ha dado este ambiente”, comentó.

Un equipo de grandes amigos

La escuadra rebocera tenía en ese entonces un grupo unido en todos los aspectos, así lo recordó Jimmy: “Hubo mucha armonía, cero envidias buena competencia deportiva como profesionales, eso era lo que en cada juego nos sacaba adelante”.

En las dos campañas que jugo para los michoacanos, este joven marcó 3 goles pero el que más les gustó fue uno que hizo ante Chetumal, en un tiro de esquina que mandó cruzado al ángulo izquierdo.

“El que más me gustó fue uno contra Chetumal, en saque de esquina cruzado al ángulo izquierdo metiendo un olímpico”, recordó con mucho entusiasmo el ex rebocero.

Fuera de la final

Su corto paso con el plantel piedadense le dejó algunas experiencias dolorosas. Una de ellas, fue cuando no pudo jugar la final de ascenso de Reboceros de Segunda B a Segunda Nacional, pues en la semana se fracturó la tibia y el peroné durante un entrenamiento.

“Ese fue uno de los momentos más tristes de mi paso con el equipo La Piedad, venía como titular toda temporada pero no se me dio jugar el último partido, el del regreso a Segunda Nacional”, rememoró.

Al igual que otros ex jugadores que pasaron por las filas de Reboceros, Jimmy Osorio, acepta que de La Piedad se llevó mucho: “Bellos momentos con todos mis compañeros, directivos y cuerpo técnico siempre me trataron muy buen.

“Al final me case con la hija de un Rebocero de la familia Guardado Alcalá, o sea que ahora si soy 100 por ciento Rebocero” -bromeó Jimmy Osorio entre risas para finalizar la entrevista.

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