Con la ilusión de estar cerca del Papa Francisco I, así como sentirse afortunados por ser de los pocos celayenses en asistir al encuentro con jóvenes en Morelia, los hermanos celayenses, Sebastián y Josué Landeros compartieron su emoción a pocos días de estar presentes en el estadio Morelos.
Ambos jóvenes, de 16 y 18 años de edad, estarán el próximo martes en la visita que tendrá Francisco I al estado de Michoacán al Encuentro con los Jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón.
Sebastián Landeros califica como un “momento inolvidable” cuando la Diócesis de Celaya les confirmó su petición por asistir a dicho encuentro.
“En cuanto supimos que Su Santidad vendría a México nos movilizamos para tener información de cómo conseguir boletos, era difícil que viniera a Guanajuato pero supimos del encuentro juvenil y de inmediato hicimos nuestra petición a la Diócesis y a Dios gracias fue aceptada”, dijo Sebastián.
Detallaron que desde muy pequeños se caracterizaron por estar muy de cerca de las actividades eclesiásticas, visitando diversas zonas del país para realizar misiones.
“Para realizar nuestra petición nos pidieron una carta para explicar los motivos de querer estar presentes en su visita, ahí compartimos nuestras actividades que hemos realizado muy de cerca con algunas congregaciones, desde niños nuestros padres nos han inculcado el valor de la ayuda y solidaridad, hemos ido a algunas comunidades del estado y del sur del país para hacer misiones, han sido muchos aprendizajes”, detalló Sebastián.
Mencionaron que las diversas actividades religiosas que han realizado los han forjado como personas, pero el hecho de estar de cerca con el Papa, será un hecho que cambiará su percepción de vida.
“Nos sentimos bendecidos de estar muy de cerca de él, es una persona que irradia espiritualidad y valores que hoy en día necesitamos todos los jóvenes, estamos conscientes que los jóvenes que estemos allí seremos como los medios para transmitir su mensaje, estaremos con él unas horas pero la enseñanza será de por vida”, agregó Sebastián.
Finalmente, los jóvenes señalaron que esta visita la ven como una señal de recompensa debido a que, a pesar de que su viaje a Cracovia para el Encuentro Mundial de la Juventud estaba reservado, problemas económicos se los impidieron.