Las personas interesadas en entablar una denuncia ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tienen que recurrir a Irapuato, León o Querétaro que son las oficinas más cercanas, por lo que muchos prefieren no denunciar.
Y es que desde el 2013, el Municipio dejó de aportar el subsidio para esta oficina y por ello se cerró, aún cuando atendía 5 mil consultas al año.
Por ello, aunque un usuario sufra un mal servicio, cobros injustos o ventas irregulares de algún artículo, los ciudadanos se tienen que aguantar, la única opción es interponer su queja y viajar a Querétaro, Irapuato o León.
Fue en el 2013 que se cerró esta oficina, supuestamente por falta de presupuesto, con este cierre se dejaron de atender 5 mil asesorías y mil consultas anuales que recibía la ciudadanía de Celaya y de toda la región que abarca a 15 municipios.
Uno de los motivos por los que la oficina fue cerrada fue porque el Municipio dejó de aportar el presupuesto suficiente para ponerla en operación, es decir eliminó el subsidio.
En Celaya se recibían en ese entonces, mínimo 10 quejas diariamente.
La misión de Profeco es promover y proteger los derechos del consumidor, fomentar el consumo inteligente y procurar la equidad y seguridad jurídica en las relaciones entre proveedores y consumidores.
Sin embargo, muchos desisten por lo complicado que es viajar a Irapuato, León u otro municipio o estado, además de los gastos que conlleva.
Ahora la oficina de Irapuato atiende a los ciudadanos de 32 municipios, entre los que destacan Irapuato, Celaya, Penjamo, Abasolo, Pueblo Nuevo y Salamanca, desarrollando diferentes programas y operativos durante las temporadas fuertes de comercio.
Ahora con la llegada de la nueva administración, los usuarios tienen la esperanza de que promuevan la reapertura de la oficina que antes funcionaba, pero no fue así.
