“¡Justicia!, ¡justicia!, ¡justicia!”, gritaba el gremio ucopista en medio del sufrimiento y el llanto,mientras el féretro con el cuerpo de Martín Negrete Rodríguez, luchador social, ingresaba al templo de San Cayetano.
Más de 2,000 personas llegaban al recinto religioso, para darle el último adiós al líder de la Unión Campesina Obrera Popular Independiente (Ucopi), quien fue asesinado la tarde del sábado en la primera colonia que Negrete fundó.
La gran cantidad de gente, obligó al cierre de la calle Guillermo Prieto, mientras en la misa, durante la homilía, el sacerdote Moisés Cuevas Torres, dijo que nadie tiene la vida comprada, pero nadie tiene derecho de quitarle la vida a un ser humano.
“Cuando nosotros nacimos, Dios nos dio las facultades del alma, el amor al prójimo, y luego nos dio una consagración, siempre con la meta de amar a Dios y cumpliendo sus mandamientos “, dijo el ministerio religioso.
Al final de la misa, el cortejo fúnebre partió al Panteón Jardines del Tiempo, para sepultar al líder ucopista, Martín Negrete.