Hace tres años, la vida de Vicente dio un giro cuando se enteró que tenía un problema en los riñones; sin embargo, su primo le dio una esperanza pues es compatible como donador. Pese a que tiene donante y que se han hecho los estudios necesarios; aún no recibe fecha para el trasplante.
“Estos primos son ejemplo de las bondades que resultan en los seres humanos cuando una vida se encuentra en peligro”, dijo el padre de Jhovany.
Vicente y Jhovany son primos segundos por el parentesco entre sus madres; durante su infancia fueron muy unidos, la señora Juana dijo “eran compañeros de juego y luego de la secundaria tomaron rumbos diferentes”.
Como una muestra de amor y lealtad, Jhovany, habitante de San Francisco del Rincón, le donará uno de sus riñones a su primo.
Desde que cumplió 18 años, a Vicente le diagnosticaron crecimiento irregular de los riñones. Por tres años ha sufrido esta enfermedad que cada día complica más su vida y la pone en riesgo.
“Comenzó con que le faltaban fuerzas, luego de repente tenía mucha fiebre, hasta que llegó un momento en que ya no pudo caminar”, recuerda su mamá, la señora Juana.
Vicente, ‘El Vici’,  como le dicen de cariño, apenas puede hablar, está conmovido de saber que tiene una esperanza de seguir con vida. “Estoy muy contento, sólo puedo agradecer…quiero llorar pero es de felicidad”.
En los tres últimos años, Vicente se ha sometido a diálisis cada cuatro 4 horas durante el día. Su vida cambió por completo, estudiaba enfermería y aun en sus mejores días trataba de seguir como voluntario en Protección Civil.
Ahora las cosas son diferentes, su cuerpo ya no tiene la misma resistencia, la función de sus riñones es insuficiente a las necesidades de su cuerpo, y esto le causa otras afectaciones. El trasplante es su única opción.
“Está en lista de espera pero es una lista muy larga. Una vez platicando con una prima me preguntó por mis hijos y le hablé de Vicente. Ya teníamos mucho tiempo sin vernos. Cuando ella le dijo a sus hijos lo que pasaba, los dos varones que tiene vinieron a la casa y se ofrecieron sin pensarlo para ser donadores”, recuerda la señora Juana.
Jhovany y uno de sus hermanos, primos segundos de Vicente, estaban dispuestos a ayudarlo; sólo uno de ellos resultó compatible al 100% .
“Pues a lo mejor ya teníamos mucho de no convivir, pero eso no quita que sigue siendo mi primo y que lo quiero. Yo me ofrecí porque sé cómo es él, el tipo de persona que es y la verdad… es que merece vivir muchos años más”.
Los estudios ya se hicieron, sólo falta mantenerse ambos en las mejores condiciones posibles para cuando se determine la fecha de la cirugía. Por lo pronto nada de deportes como futbol, basquetbol o box.
“Nos tenemos que cuidar, yo debo de cambiar mi alimentación y dejar el futbol por un tiempo, para no tener lesiones en los riñones, pero nada de eso es importante. Eso se hace y ya. Lo importante es que mi riñón le sirva y que con la bendición de Dios podamos disfrutar de muchos años más de vida”, dijo Jhovany.
Vicente de Jesús Noriega Luna es hijo de los señores Liborio y Juana, un joven que a pesar de la situación por la que atraviesa trata de mantenerse en pie y ser fuerte para sus padres y su hermana. Un joven con deseos de ayudar y servir, por lo que fue parte de una de las instituciones de rescate más importantes de la ciudad, como voluntario.
Hoy la familia de Vicente tiene una nueva esperanza y mantienen la fe de que pronto serán llamados para que se realice la cirugía, y luego…seguir viviendo.
Américo Jhovany Martínez Muñoz, de 20 años, es un joven deportista, trabajador y padre de un niño, quien también es uno de los motivos que lo lleva a ayudar a su primo “Yo creo que es importante ser un ejemplo para mi hijo, y sobre todo que sepa que siempre es importante ayudar a quien lo necesite. No importa lo que recibas a cambio, más si se trata de la familia”.

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