El leonés Gabriel Arenas Ramírez, de la Congregación de los Legionarios de Cristo, mañana será ordenado sacerdote en la Basílica de San Pedro, en Roma, a las 3 de la tarde hora de México.
“Siento un gran agradecimiento porque un Dios tan grande se ha fijado en mí, en mi pequeña humanidad, y también un gran agradecimiento por el grande amor que Dios ha tenido por mí”, dijo a través de redes sociales desde Roma.
Un grupo de sacerdotes, entre los que se encuentran Julio Muñoz, Lorenzo Campanella y Carlos Gallegos, será ordenado por el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero.
Gabriel Arenas Ramírez nació el 27 de febrero de 1984 en León. Es el último de cinco hermanos y en 1996 entró al Centro Vocacional de los Legionarios de Cristo en León.
Tras el noviciado que hizo en Monterrey cursó dos años de humanidades en Salamanca, España, donde concluyó el bachillerato.
En 2004 llegó a Roma para iniciar la filosofía en el Ateneo Pontifcio Regina Apostolorum. Hizo sus prácticas apostólicas como formador en el Centro Vocacional de Porto Alegre y como promotor vocacional en la zona del Bajío.
En 2009 regresó a Roma y actualmente desarrolla su ministerio en la pastoral vocacional con jóvenes y adolescentes en Celaya e Irapuato.
“Soy el quinto hijo, después de Magdalena, Alejandra, Montserrat y Pablo. Mi mamá, ama de casa, y mi papá, un abogado al servicio de la PGR quien por su trabajo en el área de delitos contra la salud debía ausentarse mucho tiempo de casa”.
Aunque su papá visitaba a la familia dos veces por semana, fue la base de su vocación religiosa.
“En las escasas horas que papá pasaba con nosotros me impregnó su gran religiosidad, su fidelidad a la misa dominical y su honestidad de vida.
“Mi papá me inculcó una gran devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen de Guanajuato, patrona de la ciudad”, escribió en Internet.
Gabriel Arenas también mostró su agradecimiento a su mamá y a su abuela que lo orientaron desde su niñez y adolescencia, cuando vivía en Guanajuato capital.
“El templo de San Francisco estaba cerca de la casa de la abuela y todas las tardes se daba la bendición con el Santísimo. Me impresionaba ver cómo todas las personas, no sólo las de adentro, sino también las de afuera se arrodillaban para adorar esa custodia que un sacerdote paseaba por los pasillos de la parroquia”.
Desde niño sintió un fuerte llamado por el sacramento del sacerdocio.
“Muchas veces le serví la misa como monaguillo, en otras ocasiones íbamos a llevar la comunión a los enfermos”, aseguró el joven leonés.
En mayo del 1995, cuando cursaba sexto de primaria fue invitado por un sacerdote a visitar el Centro Vocacional de los Legionarios de Cristo en León y ahí cursó su secundaria y su carrera sacerdotal.
“Mis cuatro años en la apostólica me enseñaron dos cosas principalmente: a vivir al ritmo de la liturgia, preparándome espiritualmente para las grandes solemnidades de la Iglesia”.
Los años difíciles para los integrantes de  los Legionarios de Cristo le tocó vivirlos estudiando en el Centro de Estudios Superiores.
“Han pasado 19 años de formación. Hay otros hechos y sucesos que la Providencia de Dios ha puesto en mi camino y que han afianzado el discernimiento de mi llamado.
“Estoy convencido de que mi perseverancia es un don de la gracia de Dios, encomendada cada día a la maternal protección de María. Siempre he sido sumamente feliz y ser sacerdote es lo mejor que ha pasado en mi vida. Les pido sus oraciones”.

Comienzan festejos a la Virgen

Con una misa a las 11 de la noche en el Santuario de Guadalupe comienzan los festejos guadalupanos, y a las 6 de la mañana del sábado le cantarán Las Mañanitas.
El nuevo rector de Santuario, el jesuita Cristóbal Orellana, presidirá la festividad a la que se espera que asistan miles de leoneses.
“Cada año venimos a dar gracias a Dios y a la Virgen por todos los favores recibidos. Yo creo que en cada familia mexicana hay una Lupita y eso es motivo de festejar”, señaló María Guadalupe Valadez.
Para evitar contaminación y el despilfarro en el Santuario está prohibida la pirotecnia, pero sí habrá una verbena en las calles Florencio Antillón y Álvaro Obregón, que desde esta noche serán cerradas a la circulación.
Se informó que se redoblará la vigilancia en la zona para evitar los cristalazos a carros y los robos a transeúntes.

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