El Obispo de la Diócesis de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda consideró que recurrir a métodos “inmorales e ilegales” como la prostitución por recursos afectan el desarrollo de los municipios, sobre todo de las zonas vulnerables.
Refirió que la prostitución es uno de los puntos débiles del Gobierno, aunque ese no es el caso de Guanajuato, que tiene acceso a más recursos y fondos, sin embargo es un problema social que prevalece en la actualidad.
“Los municipios no debieran recurrir a esos métodos inmorales e ilegales, pero tenemos que trabajar todos, no digo que sean ellos (Gobierno) quienes vengan a solucionar todo”, dijo.
Martínez Zepeda comentó que la prohibición de estas actividades por parte de las autoridades gubernamentales no es el camino a la solución, sino más bien educar y poner atención a los niños y niñas, pues cada vez es más frecuente que la prostitución se presente en estas edades.
Dijo que en esta actividad siempre existen márgenes de ganancia para los municipios empobrecidos, sin embargo destacó las condiciones económicas del Estado, donde la prostitución no está tan asentada como en otras zonas del país.
“En Guanajuato hay fondos, no los que quisiéramos pero con programas que van siendo suficientes, entonces debiéramos atender esos medios inmorales pero de una manera integral”, destacó.
Pide atender ordeñas
Ante las más de 30 muertes que ha provocado la ordeña de ductos de Pemex en el Estado, el Obispo señaló que tanto autoridades deberían actuar, pues los precios altos de los combustible provocan que la gente incurra en este crimen.
“La promesa del Gobierno siempre fue que tenían que llegar a los precios internacionales, pero ya están muy abajo y nosotros estamos muy arriba, ya hay un desnivel muy grande y entonces es una tentación muy grande para muchas gentes”, dijo Martínez Zepeda.
Refirió que el deterioro moral y ético de los ciudadanos se refleja en las drogas, la ordeña de ductos y otros robos, que afectan el desarrollo de la sociedad sin mayor remedio, por lo que se debe reaccionar y establecer normas de convivencia y respeto al bien común.
