Desde que ambos convivieron en la Liga de Ascenso, León y Dorados gustan de jugarse un extra en cada partido que protagonizan, y ahora que los culichis regresaron a Primera División no es la excepción: pues un boleto a Copa Libertadores es el premio que para los esmeraldas, está aún sin dueño sobre la mesa.
Voluble, ese es uno de los adjetivos que mejor describen a los Verdes en el Apertura 2015, pero también el mayor defecto que aqueja al cuadro de Juan Pizzi y el culpable de que el tercer objetivo que la directiva encabezada por Jesús Martínez, aún no tenga su palomita en la lista.
Liguilla, final de Copa MX y Libertadores, esas fueron las tres metas que desde que esta campaña comenzó, se pusieron en letras grandes en el pizarrón de Pizzi; los dos primeros se cumplieron, mientras que el tercero, depende de lo que pase hoy.
Para fortuna de los Esmeraldas, el partido tendrá como escenario el Nou Camp, testigo silencioso de que aunque de visitante sea otra historia, en casa, solo Pumas consiguió vulnerar al cuadro del Bajío.
Los pupilos de Pizzi no tienen de otra si participar en la Copa Libertadores es un deseo general, necesitan sí o sí el triunfo ante Dorados, la diferencia es lo de menos, la victoria es el objetivo y su única escalera para ascender al segundo lugar de la tabla general.
La empresa parece sencilla cuando el antepenúltimo equipo de la tabla es el rival; sin embargo, los números no siempre lo dicen todo, y es que desde la llegada de Luis Suárez, el cuadro de Sinaloa solo ha perdido una vez (4-0 contra Morelia).
Además, la posibilidad de sumar tres puntos que se reflejarán en la porcentual, es una de sus principales motivaciones en el último partido de la campaña.
