El médico Roberto Carlos Ibarra Pimentel, profesional en rehabilitación física, habló sobre el plasma que es rico en plaquetas, siendo una novedosa herramienta terapéutica que ha revolucionado el mundo de la medicina deportiva, traumatología y rehabilitación, debido a los éxitos mediáticos en deportistas de élite.
El plasma rico en plaquetas (PRP) se perfila en el espectro de las terapias músculo-esqueléticas con múltiples cualidades que potencialmente lo hacen un método idóneo en la consulta médica, por ser efectiva, segura, de fácil manejo y a bajo costo.
Este método es una novedosa herramienta terapéutica de naturaleza autóloga que ha surgido con fuerza en los últimos años, debido a mediáticos éxitos terapéuticos en deportistas como Tiger Woods o el mismo Rafael Nadal, por sus milagrosas recuperaciones deportivas.
Este tratamiento es poco conocido en el ambiente reumatológico, pero bastante destacado en los congresos de traumatología y medicina deportiva, donde se despierta un creciente interés por su eficacia y aparente inocuidad.
Éxitoso en dolencias
El tratamiento comprende las tendinopatías y entesopatías crónicas, además de éxito en múltiples dolencias, como es la osteoartritis de rodilla.
Ibarra Pimentel señaló que el papel decisivo de las plaquetas en el proceso de curación y reparación de la herida tisular no está relacionado con las plaquetas mismas, sino con los factores de crecimiento liberados por sus gránulos de múltiples propiedades regeneradoras.
Las dosis y regímenes de administración varían con base en la dolencia a tratar, en caso de tendinopatías crónicas, una única administración, mientras que para epicondilitis, tendinitos aquilea y fascitis plantar serán tres consecutivas (una cada semana), cuando se trate de una tendinopatía rotuliana crónica o dolor de rodilla.
La naturaleza autóloga del PRP, la tolerancia a la infiltración es excelente, produciendo en contadas ocasiones una leve reacción a la inflamación local, no produce daños, ya que es natural.
Estimula reparación tisular
La mayor parte de las evidencias preclínicas que apoyan el beneficio del PRP en las tendinopatías se fundamenta en su capacidad para estimular el proceso de reparación tisular, por lo que los cultivos celulares aportan evidencias de que el PRP interviene en las distintas fases de proceso reparativo.
En fase de inflamación, el PRP es capaz de movilizar células inflamatorias circulantes hacia la herida tisular, además de que estimulan los tenoviocitos para secretar colágeno; en la fase proliferativa el PRP es capaz de estimular la proliferación y división de casi todo tipo de células de estirpe mesenquimal.
Las primeras aplicaciones terapéuticas comenzaron en el campo de la cirugía dental y maxilofacial, como compactante y sellante de implantes óseos, estas propiedades osteointegradoras llamaron la atención de médicos que vieron en el PRP una adyuvante idónea para acortar los tiempos de recuperación de ciertas cirugías.

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