Una tradición que jamás morirá es la mejor forma de describir uno de los panes con mayor historia en México: El pan de muerto.
Este dulce placer que sólo se disfruta en los últimos días de octubre y principios de noviembre es la mezcla perfecta entre la mantequilla, anís, harina y huevos, sin olvidar esa pizca de amor; el secreto de todo buen pan.
Este delicioso pan lo puedes disfrutar de la panadería del bicentenario, una de las primeras de la ciudad, con más de 130 años de historia: El Hospicio.
Y es que como su lema lo dice “Sí quieren un buen pan vengan al Hospicio”.
Por ello, sí deseas un buen pan de muerto no dejes de acudir a las instalaciones de esta panadería llena de historia y tradición, donde encontrarás el pan de muerto en tres presentaciones: mini, normal y grande.
Más de cien años en la elaboración de pan de muerto, respaldan a esta panadería que cuenta con una receta única; esa que ya no es muy común encontrar y que te remonta al pasado, esa formula consiste en un ingrediente único que le da ese sublime sabor a tradición; el anís.
José Isidro Reyes Balandrán, director General del Hospicio compartió que a pesar del aumento en la materia prima, busca mantener la tradición ofreciendo al público los mini pan de muerto a un costo muy accesible.
La panadería El Hospicio cuenta con 38 trabajadores, y comienzan a vender el pan de muerto desde principios de octubre, pero es hasta el 31 de octubre 1 y 2 de noviembre cuando las ventas aumentan.
Para Reyes Balandrán, formar parte de la historia de esta panadería, lo llena de orgullo, ya que afirma que quedan pocas empresas 100% familiares, y esta es una de ellas, que va de generación en generación.
Próximamente llegará la quinta generación, ya que después de 36 años de dedicarse a este bello oficio, José Isidro dejará en manos de sus tres hijos este negocio familiar.
Para José Isidro estas fechas tienen gran significado, ya que además de aumentar las ventas, por la demanda que tienen de las escuelas o comedores industriales, aunque este año han bajado y no van del todo bien, pues la mala economía, el aumento en la materia prima, impide buenas ventas, aun así para este reconocido panadero esta fecha es importante por toda esa tradición y costumbres propias de México que jamás deben perderse.
