¿Quién dice que un invento del pasado no pueda sorprender en el presente? Bajo la dirección de Louise Moaty y la interpretación pianística de Alexei Lubimov, la compañía Le Théâtre de I’Incrédule introdujo a los espectadores a un mágico viaje visual y musical a través de su espectáculo de ciencia y poesía “Esto no es un sueño”.
En el escenario del Teatro Juárez se instaló una linterna mágica, pero ¿qué es una linterna mágica?
Es un cámara oscura con un juego de lentes y un soporte corredizo en el que se colocan transparencias pintadas sobre placas de vidrio, como por arte de magia la cámara proyecta las imágenes en la pantalla redonda como la luna.
Hace muchos, muchos años, los dibujos eran iluminadas con una lámpara de aceite, ahora con luz eléctrica.
Ese fue el único cambio que los espectadores vieron en el teatro y es muestra de la creatividad de las generaciones pasadas.
Las imágenes hechas a mano por Moaty relatan pequeños cuentos, mientras que el pianista Alexei Lubimov interpreta varias melodías en 3 tipos de pianos: un piano común, uno preparado y uno de juguete.
Entre las imágenes aparece un pescador que se encuentra a la orilla del mar y que es tomado por una bella sirena.
También aparece un árbol que cuando el artista mueve las transparencias las hojas van cambiando de color y parece como si las estaciones del año pasarán ante nuestros ojos.
La linterna mágica también recuerda a un caleidoscopio (tubo que contiene tres espejos con objetos de varios colores y formas diferentes, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente) incluso a los dibujos en tercera dimensión, con movimientos rápidos y lentos.
Es un espectáculo para personas de todas las edades, aunque en su presentación como parte del Festival Internacional Cervantino la mayoría de los asistentes fueron adultos, sin embargo se sorprendieron igual o más que un niño.
